Venezuela, un país de locos … o ¿vivos?

Por Eduardo Martínez

Venezuela es incalificable. No sabemos si es de locos o de vivos. Las cosas que ocurren encajarían mejor en un show de humor -al mejor estilo de la Radio Rochela- y nada que ver con los programas culturales como aquellos que veíamos en la televisión de los años 60 y 70 con Aquiles Nazoa o con el profesor José Antonio Calcaño.

Para Nazoa, eran las Cosas más sencillas. Para Calcaño, como olvidar el “suficiente … suficiente”.

En todo caso, vemos como en estos días la maquinaria judicial del Estado se ha dado a la tarea de perseguir al candidato Edmundo González. ¿Su pecado? Paradójicamente, ser candidato de la oposición. Y para más, reclamar su victoria. Nada más y nada menos.

Por esas cosas de la historia, a Jóvito Villalba se le reclamó toda la vida, que no haya reclamado el triunfo de URD -su partido- en 1952. Lo cual no fue verdad, porque ganó y lo reclamó.

Villalba, con dos de las que conté, acompañado de los principales dirigentes nacionales de URD, se presentó en el ministerio del Interior ante Laureano Vallenilla Lanz para reclamar el triunfo.

Resultó que los detuvieron, para luego montarlos en un avión y expulsarlos de Venezuela, dando así inicio a la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.

Más recientemente, se le ha reclamado a Henrique Capriles, que no haya reclamado su triunfo en el 2013. Algo que le perseguirá toda su vida.

Todavía se recuerda, la sonrisa con malicia de los jerarcas gubernamentales que pedían públicamente de que “si habían ganado, que mostraran las actas”. A sabiendas que la oposición no había recogido todas las actas.

Ahora, que la oposición recogió casi todas actas y que además las exhibe en una página web, el régimen les acusa de “Forjamiento de Documentos Públicos”.

Lo paradójico, nuevamente, es que el Consejo Nacional Electoral (CNE) a más de un mes no ha mostrado las actas que el Plan República les entregó en el Sobre No. 1.

También, se acusa al embajador Edmundo González de “Usurpación de Funciones”, cuando la única función que ha ejercido es de ser Candidato de la oposición. Ninguna otra.

¿Nos volvimos locos? Bueno, así parece. Por lo que de momento, diremos lo que decía el profesor Calcaño: Suficiente…Suficiente.

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@ermartinezd

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