Valentina Quintero: Sobre los parques, los tepuis y la naturaleza

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Por Valentina Quintero

Los parques nacionales – en el mundo entero – son espacios para el asombro. Para extasiarse con la naturaleza. Para oír el viento y contemplar sus bondades.
Son espacios protegidos por ley porque son únicos e irrepetibles. Un regalo de Dios para seres humanos sensibles.

La dictadura no entiende la naturaleza. No le interesa. No la aprecia. Por eso existe el arco minero. Se hacen mansiones en el el Ávila y también en Los Roques. Se tala y se quema. Se arrasa. Se destruye la reserva de Cuare. Se contamina Morrocoy. Se le entrega Paria a los narcos. El poder es así.

Y quienes actúan bajo el amparo de la dictadura siguen su ejemplo.

Los parques nacionales tienen reglamentos de uso y manejo. Ahí está todo.

La etnia Pemón es la que habita el PN Canaima desde siempre. Ese privilegio conlleva responsabilidades y entre ellas está el resguardo de esos 3 millones de hectáreas. Hay muchos que son profundamente celosos de su obligación. Otros no tanto. Consultamos a Roberto Simon, Cacique de Canaima y a Domingo Castro, Cacique general del sector 2 Kamarata Kanaimö, sobre su posición en relación con la fiesta en la cima del Kusari. Ambos estaban en Caracas y prefirieron no pronunciarse hasta llegar a Canaima.

La sensibilidad no es un atributo del poder. Apreciar y gozarse la naturaleza es un privilegio de los sensibles.

El tepui que tengo atrás es el Kusari y estoy sentada en una piedra en el tepui Kuravaina. Asombrada. Feliz. En silencio. Para mi la naturaleza es pura sabiduría.

La naturaleza – decía Bolívar – es la infalible maestra de los hombres.

Gozarme y compartir la naturaleza de esta tierra generosa me deja #sembradaenvenezuela

@valendeviaje

 

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