Por Eduardo Martínez
La temporada de béisbol profesional en Venezuela se iniciará esta semana. Parece ser que la fecha inaugural será en Caracas el 11 de octubre, entre el equipo campeón (2023) Tiburones de La Guaira y el Magallanes.
Sin embargo decimos “parece” por cuanto en la página oficial de la Liga no se informa, discretamente en la de los equipos, y donde se han publicado fechas aparecen tres fechas: 9, 11 y 12 de octubre.
En todo caso, la fanaticada estará animadamente en la apertura, cualquiera sea la fecha. Y es que los aficionados se mandan por si solos. Los jugadores son admirados, los equipos apoyados, pero quienes ponen el condimento de la alegría son los aficionados. Como debe ser.
El beisbol en Venezuela, que va para más de 130 años cuando se escenificara el primer juego en la Laguna de Catia, se transformó desde el primer momento en una afición -los jugadores eran aficionados- y el público fue apareciendo en la medida en que el entendimiento de las reglas de juegos y las incidencias de los encuentros fueron cautivando la atención de los venezolanos. Lo profesional, vino después.
Se puede decir, que desde sus inicios, el béisbol fue un deporte de características familiares. Los jugadores asistían con sus familias y amigos. Los encuentros eran también una oportunidad para reunir a las familias. Y en la medida en que profesionalizó este deporte, el mayor vínculo y apoyo que tuvo fue lo familiar.
Las rivalidades vinieron después. Todo comenzó cuando se fundara los “Magallanes de Catia” en 1917. El Caracas, se fundaría en la primera temporada organizada formalmente con la creación de la Federación Venezolana de Béisbol.
La rivalidad entre estos dos equipos –y sus aficionados-, sigue vibrando cada vez que se enfrentan en los estadiums venezolanos.
Nada ha podido disminuir ese “amor” por el béisbol. Un deporte que ha tenido, tiene y sigue teniendo sus héroes.
Cientos de venezolanos han crecido a partir del béisbol venezolano, logrando debutar y triunfar hasta en las grandes ligas (EEUU). Donde han ocupados todas las posiciones en casi todos los equipos, desde los novatos, ligas menores, coach, managers, umpieres, estar en los juegos de estrellas, ser managers de equipos campeones y hasta tener a un shortstop estrella en el Hall de Fama. Y seguramente, también han debido de haber venezolanos recoge bates.
El béisbol nos ha hecho “no menos” que los demás. Los jugadores son estrellas aquí y allá. Y los aficionados nos sentimos también estrellas cuando vamos a los estadios, o vemos los juegos por televisión.
En todo caso, ya arrancaremos la temporada regular, luego vendrá en el nuevo año la etapa final que coronará al nuevo Campeón 2025.
Nada nos rompe el espíritu besbolista, por lo que estamos esperando el grito “Play Ball” de la jornada inaugural, para ver el surgimiento de nuevas estrellas y el afiazamiento de las ya estrellas inmortales que siguen jugando.
@ermartinezd