Este sábado se realizó la Sesión Solemne de Apertura de las Actividades Judiciales del año 2011, en la que la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia-TSJ, magistrada Luisa Estella Morales Lamuño, exhortó a todas las juezas y jueces del país a investigar, estudiar, sugerir desde cada rincón del país los cambios fundamentales de nuestra estructura jurídica desde la óptica de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
y “descubrir cada norma, cada órgano, cada institución que no se ajuste a los postulados de nuestra Constitución para arrancar de raíz los restos de las estructuras hegemónicas que nos desviaron de la justicia”.
La presidenta del TSJ también indicó que las leyes en nuestro país a raíz de la promulgación de la República Bolivariana de Venezuela responden a un fin ideológico claramente establecido, el cual está centrado en equilibrar el Poder del Estado con el legítimo poder soberano detentado por el pueblo, y buscando siempre como norte una democracia participativa y protagónica en todos los ámbitos.
Destacó el papel que juegan los Consejos Comunales, la Contraloría Social, entre otros mecanismos e instituciones de participación del pueblo en el desarrollo del Estado, “con que orgullo podemos afirmar que convivimos con el pueblo organizado desde este Tribunal Supremo de Justicia, que ya no es extraño ver transitar a sus voceros por estas instalaciones, sede de la cúspide judicial, siempre bienvenidos, estas puertas del Tribunal Supremo se abrieron para los Consejos Comunales para no cerrarse nunca más”.
Manifestó por otra parte en sus palabras, que el crecimiento del número de jueces no ha sido proporcional con el crecimiento poblacional. Al respecto señaló que en el año 2010 el Poder Judicial contó con 1.914 jueces para asistir en todas las materias a una demanda potencial total de servicio de 28.833.845 habitantes, sin embargo la Presidenta del TSJ expresó que “no se han escatimado esfuerzos para dar respuesta a los justiciables, para atender a cada uno de los ciudadanos que por una u otra circunstancia hacen uso del aparato judicial”.
La magistrada Luisa Estella Morales Lamuño indicó que la meta del Poder Judicial venezolano es la eficiencia y la eficacia, para lo cual se trabaja de manera incansable y sostenida desde el Tribunal Supremo de Justicia, que dictó un total de 6.063 sentencias en el año 2010. Además destacó que los tribunales del país dictaron un total de 753.993 sentencias en el año 2010.
Entre otros aspectos la magistrada Luisa Estella Morales Lamuño se refirió a la destacada labor de la Escuela Nacional de la Magistratura, la cual estableció la revolución de los valores como una columna capaz de transformar la estructura del Poder Judicial, “valores en los que hemos hecho énfasis para formar al Juez nuevo, fortalecido en la ética y en la moral para lograr un cambio profundo, fundamentado en el Derecho justo”.
En su discurso la Magistrada destacó que el caminar codo a codo del Tribunal Supremo de Justicia y el pueblo, ha permitido mantener una política de apertura de sus espacios, que llevó a la creación de un Departamento de Participación Social dentro de la Gerencia de Planificación del TSJ, que brinda atención a las comunidades, y articula con los Consejos Comunales su día a día, desarrollando un diagnostico comunitario que permite detectar sus necesidades y apoyar en las soluciones.
Recordó el papel del Máximo Tribunal del país y la Dirección Ejecutiva de la Magistratura (DEM) a los hogares venezolanos afectados por las fuertes lluvias que azotaron al país. En ese sentido señaló que el TSJ y la DEM apoyaron 13 refugios ubicados en las comunidades circunvecinas, alcanzando a más 578 familias y un universo superior a 1.500 personas. Además, entre otras acciones, se habilitó la Torre Falcón para atender y dar un refugio digno y seguro a aquellas familias de trabajadores del TSJ y vinculadas a la labor jurisdiccional afectadas por los embates de las lluvias.
Para concluir las Palabras de Apertura de las Actividades Judiciales del año 2011, la magistrada Luisa Estella Morales Lamuño expresó que “esperamos no seguir aplicando remiendos a nuestros Poder Judicial, la estructura jurídica de Venezuela debe cambiar y estamos prestos a dar el primer paso”.
Estuvieron presentes en el Auditorio Principal el ciudadano Elías Jaua, Vicepresidente Ejecutivo de la República; el diputado Fernando Soto Rojas, presidente de la Asamblea Nacional; el Dr. Clodosvaldo Russian, Contralor General de la República y presidente del Consejo Moral Republicano; la Dra. Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral; las magistradas y magistrados que integran la Sala Plena del TSJ; la Dra. Gabriela Ramírez, Defensora del Pueblo; la Dra. Luisa Ortega Díaz, Fiscal General de la República; miembros del Gabinete Ejecutivo e integrantes del Alto Mando Militar de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
También estuvieron presentes, entre otros invitados especiales, las magistradas y magistrados suplentes del Alto Tribunal; el Dr. Francisco Ramos, Director Ejecutivo de la Magistratura; la Dra. Omaira Camacho, Defensora Pública General; la Dra. Margarita Mendola Sánchez, Procuradora General de la República; el embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Cuba, Ronald Blanco La Cruz; el Dr. José Vicente Rangel; las comisionadas de la Comisión de Funcionamiento y Reestructuración del Poder Judicial; secretarias y secretarios de Sala del TSJ; María Luisa Acuña, Jueza de Sustanciación de la Sala Político Administrativa.
Cabe destacar que en esta Sesión Solemne se hicieron presentes 1.275 jueces y juezas de todo el país, lo cual es un hecho inédito en esta actividad; igualmente estuvieron diputadas y diputados del Parlamento Nacional; integrantes del Cuerpo Diplomático acreditados ante el Gobierno Nacional; funcionarias y funcionarios del Tribunal Supremo de Justicia; voceros y representantes de los Consejos Comunales; dignificados que se encuentran refugiados en la Torre Falcón, y representantes de los medios de comunicación.
El discurso de orden
Para el magistrado de la Sala Electoral Fernando Vegas Torrealba, orador de orden en el acto de Apertura de las Actividades Judiciales 2011, el Poder Judicial venezolano está en el deber de dar su aporte para la eficaz ejecución, en el ámbito de su competencia, de la Política de Estado que adelanta el gobierno nacional en el sentido de desarrollar “una acción deliberada y planificada para conducir un socialismo bolivariano y democrático”.
Está claro para el Magistrado que estamos ante una política de Estado y el Poder Judicial como poder del Estado venezolano y con fundamento en el artículo 136 Constitucional que establece la colaboración entre Poderes, está en el deber de dar su aporte en tal sentido.
Ante un auditorio pleno de autoridades del Poder Ejecutivo; Legislativo, Electoral y del Poder Moral; así como de Jueces y Juezas de todo el territorio nacional, el orador de orden dijo que “la materialización del aporte que debe dar el Poder Judicial para colaborar con el desarrollo de una política socialista, conforme a la Constitución y la leyes, viene dado por la conducta profesional de jueces, secretarios, alguaciles y personal auxiliar”.
“Así como en el pasado, bajo el imperio de las constituciones liberales que rigieron el llamado estado de derecho, la Corte de Casación, la Corte Federal y de Casación o la Corte Suprema de Justicia y demás tribunales, se consagraban a la defensa de las estructuras liberal-democráticas y combatían con sus sentencias a quienes pretendían subvertir ese orden en cualquiera de las competencias ya fuese penal, laboral o civil, de la misma manera este Tribunal Supremo de Justicia y el resto de los tribunales de la República, deben aplicar severamente las leyes para sancionar conductas o reconducir causas que vayan en desmedro de la construcción del Socialismo Bolivariano y Democrático”- señaló.
El Magistrado en un denso discurso se paseó por las doctrinas que explican la creación del Derecho en la vida del hombre y la mujer en la sociedad, hasta desembocar en nuestro presente, y en este sentido, expresó que “los jueces debemos recordar siempre que las leyes no son entidades que guardan un concepto perenne de justicia. Desde luego nos estamos refiriendo a como las concibe el Ius naturalismo. Más que un valor abstracto, la justicia pareciera ser más bien –como el amor- un sentimiento. Sencillamente hay sentimientos inmanentes que nos permiten reconocer cuando hay o no justicia, sobretodo a partir de la percepción de la ocurrencia de una injusticia que es lo que generalmente se aprecia primero”.
La Ley que fue justa ayer, quizás hoy no lo sea
El orador de orden en su discurso hizo referencia al hecho de que la ley que fue justa ayer, tal vez hoy no lo sea hoy, “porque las circunstancias que la propiciaron ya no son la mismas. Existe una nueva Constitución y una naciente legalidad. Lo que no obsta para que nuestra Sala Constitucional anule y desaplique normas legales y reglamentarias que aun no han sido derogadas por otras leyes o reglamentos pero coliden con disposiciones de la norma normarum. Se trata de un Derecho vivo y en progreso por vía legislativa y jurisdiccional”.
Resaltó que sin duda se ha avanzado mucho en la gestión actual del Poder Judicial, comparado con el decadente desempeño del de la IV República, época en la cual las tribus y mafias judiciales lo infiltraron y degradaron, “y no pretendemos decir con esto que entonces no habían jueces honestos y dedicados, los habían, pero eran pocos. Recordemos cuando en los días iníciales del triunfo electoral de 1998, apareció en un periódico de circulación nacional, a página completa, la abundante lista de los casos que un conocido bufete capitalino de nombre y apellido anglosajón tenía en manos del entonces presidente de la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia que siempre se los reservaba, bufete que también tenía contratado a destajo a jueces superiores y de instancia, los disonantes comentarios de numerosos abogados del foro caraqueño seguramente vibran todavía en nuestros oídos. Y, sabemos que no era el único, existían otros despachos de abogados que actuaban con nombres tales como David, Borsalino, Damasco y operaban igual que aquel. De manera que, no les quepa la menor duda, hemos adelantado mucho”.
Pero al mismo tiempo señaló que aún son inmensas las tareas que se imponen a nuestro Poder Judicial “para alcanzar el grado de desarrollo interno que le permita cumplir eficazmente con su misión de administrar una justicia apegada a la ley, aunque también democrática, de auténtica inspiración social y ejemplo inequívoco de ética. A ello debemos abocarnos con ahínco y devoción. Proveer lo necesario para la realización de cursos de refrescamiento jurídico y de cuarto nivel que expandan los conocimientos del derecho, ampliar la adopción de técnicas de procesamiento de la información que permitan avanzar cada vez más hacia una administración de justicia universal, democrática, breve y transparente, pero a la par, son indispensables, los constantes programas de formación de ética bolivariana y socialista para jueces y juezas, secretarios y secretarias, alguaciles y personal auxiliar; fortalecer la vigilancia y control, así como también procesar las denuncias provenientes de la contraloría social; intensificar una labor gerencial que permita avizorar peligros y problemas para prevenir sus efectos negativos”.
Finalmente, el Magistrado rindió un homenaje “a los jueces y juezas que integran y le dan vida consuetudinaria y concreta al Poder Judicial, en todas sus instancias y competencias, a los demostradamente buenos y a aquellos que comienzan a hacer su carrera judicial actuando con dedicación y empeño, no obstante, recordemos que siempre debemos tener presente los deberes patrióticos, cívicos, profesionales y éticos”- concluyó.
Fuente: Prensa TSJ