Para el 2014: Mercado, precios y PDVSA

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horacio-medina (1)Por Horacio Medina

Durante el transcurso de esta última semana hemos recibido varias notas y preguntas relacionadas con la necesidad de saber: ¿cuál sería, un pronóstico ajustado con relación a los precios del crudo en el mercado internacional? y ¿cómo podría ser la relación oferta-demanda que se esperaría para este 2014? Por supuesto, la mayoría, por no decir todas, las peticiones se relacionan con el interés de conocer el posible impacto que los precios tendrían en PDVSA.

Teniendo en cuenta que desde hace más de cinco años, realizar pronósticos acertados sobre los precios del crudo se ha convertido en casi un acto de magia o un hecho para-natural, tomaremos el riesgo de poner en contexto algunas consideraciones como una mezcla de elementos objetivos que podríamos definir como predeterminados y que dicta el mercado con algunas percepciones personales. Todo esto, en razón de poder hacer un pronóstico de precios ajustado, en la medida de lo posible, a su comportamiento real, teniendo claro que, sería extremadamente complejo obtenerlo como producto de un proceso de planificación por escenarios.

Comenzaremos por identificar algunos hechos y actores que, por supuesto, sin incluir hechos no previsibles e inesperados, serán, a nuestro modo ver las cosas, factores claves en posibles variaciones en los precios.

1.- Crecimiento de la producción de hidrocarburos en los Estados Unidos.

Resulta evidente que el impresionante crecimiento de la producción de hidrocarburos no convencionales, crudo y gas, en los Estados Unidos, ha comenzado a impactar y seguirá impactando, cambiando las tendencias energéticas mundiales en 2014 y que, según a algunos analistas y e instituciones del Sector, llevará a los EEUU a convertirse en el mayor productor de hidrocarburos del mundo en el 2015. Este aumento de producción, ha ocasionado una reducción en las importaciones de crudo de los EEUU y la marcada tendencia a seguir reduciéndose en el 2014, lo cual significa, ni más ni menos, dejar en el mercado un volumen importante de crudo que deberá buscar otros destinos. Es obvio que los destinos para estos volúmenes, serán principalmente China e India, en función del crecimiento de la demanda que en ellos se puede prever.

Sin embargo, para algunos proveedores tradicionales de los Estados Unidos, esto tiene y tendrá un impacto considerable, relacionado con: la pérdida del mercado que mejor valora su crudo, muy por encima de estos mercados emergentes; los altos costos de flete y en la condición de minusvalía comercial que obliga y obligará a colocar el crudo con descuentos o, usando un sofisma, como gusta hacer el edulcorado presidente de PDVSA, firmar “convenios preferenciales”.

No obstante, los productores de estos hidrocarburos no convencionales en los Estados Unidos deberán superar varios obstáculos en su carrera de hacer crecer y mantener la producción. Tengamos en cuenta que los costos de producción son muy elevados y esas empresas requieren, por una parte, reducir esos costos operacionales y, por la otra, que los precios del crudo se mantengan lo suficientemente “altos”, para que el atractivo del negocio permanezca. Por otro lado, deberán superar barreras de carácter político-comercial, como la restricción de exportar crudo; también serias limitaciones ambientales y enfrentar el necesario cambio político-cultural que significa aceptar el cambio que los excedentes de gas tendrán sobre la matriz energética norteamericana, lo cual, aun siendo positivo para la Nación, afecta múltiples intereses. Será, en fin, uno de los aspectos a los cuales deberemos hacer seguimiento cercano, para tomar el pulso del precio del crudo que afecta y afectará de manera importante a PDVSA, ya que:

a) pierde un mercado que tomó décadas en construir;

b) reduce su ingreso, porque debe colocar el crudo a precios inferiores y altos costos de flete;

c) disipa parte de su influencia política como proveedor importante de los EEUU.

2.- Crecimiento en la producción de Irak y la reincorporación al mercado de Libia e Irán.

Otro aspecto que resultará determinante durante 2014 para el mercado y, por ende, para los precios del crudo, está relacionado con la evolución o no, de estos tres países y la incorporación de volúmenes adicionales al mercado.

Habrá que seguir muy de cerca tanto en el Medio Oriente como en África del Norte los elementos relacionados con la inestabilidad política relacionados a Irak y Libia, ya que ambos países pronostican un crecimiento en su producción de petróleo. Por ejemplo, Irak está tratando de convertirse en el segundo mayor productor de la OPEP, después de Arabia Saudita y, para lo cual podrían estar incorporando, en términos reales, alrededor de 300 a 400 mil barriles diarios en 2014, para superar la barrera de los 2 millones 700 mil barriles diarios y con unos costos de producción muy bajos, por ende, con un margen muy elevado. Para lograr este objetivo, el gobierno debe contener la violencia religiosa de sectores radicales y estar en capacidad de establecer un diálogo racional con las minorías kurdas y suníes en el norte y el sur del país. Tarea esta, nada fácil de cumplir, pero posible.

Por otro lado, Libia continúa haciendo esfuerzos importantes por reactivar los campos de producción que fueron afectados durante el reciente conflicto que produjo la muerte de Muamar el Gadafi, pero sobretodo, el actual gobierno tratará de garantizar el control de los puertos de exportación, acosados por la milicia, para poder abrir producción de crudo cerrada y poner en el mercado un volumen adicional de 500 mil barriles. De manera simultánea, deberá buscar la estabilidad política contando con las comunidades tribales. Nada fácil tampoco la tarea del gobierno, pero sería altamente rentable lograrlo, al permitirle aumentar significativamente sus ingresos con la incorporación de barriles ya generados.

Con relación a Irán, la posibilidad cada vez más real de materializar un acuerdo que le permita entrar de lleno nuevamente en el mercado, podría significar un alto impacto en los precios del crudo, ya que estamos hablando de una incorporación de inmediata de 500 mil barriles diarios y una oportunidad de corto plazo de, al menos, otros 500 mil barriles diarios. Cierto que estas conversaciones que hacen posible, por ahora, la entrada en vigencia de un acuerdo provisional y condicionado, no permiten hacer conjeturas, dado lo complejo del tema y de sus actores. Solo nos queda hacer seguimiento.

Sin duda que los aspectos comentados, mantiene en estado de alerta a la OPEP, diríamos que casi, en estado de tensión. La OPEP, tendrá que hacer frente a la reducción de las importaciones del mercado estadounidense y a los volúmenes nuevos que podrían ser incorporados por Irak, Libia e Irán. En la reunión realizada el pasado mes de diciembre en Viena, la OPEP, prácticamente “pasó agachada”, como diríamos en términos del dominó, al mantener intacta la cuota de producción, pero en su reunión de julio, deberá decidir en función de los resultados reales de estos aspectos que hemos señalado. La OPEP podría decidir reducir sus cuotas para mantener precios o mantener producción para permitir la reducción de los precios. Veremos que ocurre.

Con relación a Venezuela, su influencia en estos casos es mínima, su margen de maniobra es casi nulo. Está claro que su producción, lejos de poder aumentar, viene reduciéndose y, a corto plazo, sería insignificante el volumen que podría aportar. Obvio que si la OPEP decide reducir la producción, Venezuela no se verá afectada porque ya produce por debajo de su cuota, por lo contrario, se beneficiaría porque los precios se mantendrían. Pero si la OPEP mantiene la cuota y los precios caen, la situación, ya critica, emporaría a niveles de debacle total.

Es cierto que nos quedan en el tintero otros aspectos muy importantes, ya que solo aquí hemos considerado, de manera parcial, los aumentos de la oferta. En la nota de la próxima semana, daremos vistazo a la demanda, principalmente en China e India y la recuperación de la economía en los Estados Unidos que, en caso de mantenerse los pronósticos de crecimiento podrían equilibrar la balanza y hacer menos drástica la posible reducción de los precios. También, nos gustaría comentar la próxima semana, sobre la apertura mexicana que, si bien es cierto, no afectará con producción adicional el 2014, podría significar un destino preferido para inversiones en el tema de los hidrocarburos que alejarían las aspiraciones de Venezuela de atraer a esos inversionistas.

En todo caso, para no evadir las preguntas que hemos recibido, estimamos que el promedio del Brent en el 2014, podría estar muy cercano a los 98-103 $/barril y el West Texas Intermediate (WTI) en los 90-95 $/barril.

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