Por Oscar Arnal
El conflicto árabe israelí se remonta a tiempos inmemoriales. Hace aproximadamente cuatro mil años, Abraham recibe el encargo providencial de establecerse en Canaán, la tierra prometida. Desplazándose de Irak, llega a la Israel de hoy y a los territorios palestinos, y sus descendientes se dividen, formando las religiones abrahámicas: judías, cristianas y musulmanes. De su hijo Ismael aparecen los musulmanes y de Isaac primero los judíos (De su nieto Juda) y también los cristianos (Descendientes de David).
La violencia genera violencia y así se genera una espiral de violencia. El grupo terrorista Hamás consiguió lo que buscaba: agriar a fondo las relaciones entre Israel y los países árabe y que el mundo observara la violenta respuesta armada de Israel. En los últimos años “los acuerdos de Abraham”, y los de Israel con Arabia Saudita presagiaban una paz duradera para la región. Sin embargo, los fundamentalistas iraníes y Hamás se confabularon para romper todo reconocimiento y relaciones entre Israel y el mundo Árabe.
El ataque artero de Hamás, entre gallos y medianoche, sorprendió a Israel y al mundo. Nadie pensó que un grupo terrorista pudiera infringir tamaño daño a un Estado como el de Israel que tiene incluso la posibilidad de responder con arsenal atómico. Esta última guerra comenzó el 7 de octubre del 2023, mientras los israelíes celebraban las fiestas religiosas de Sucot.
En sus estatutos fundacionales Hamás establece en sus objetivos la creación del “Estado islamico” y la eliminación del estado de Israel. Mientras el número de víctimas sobrepasa las veinte mil, entre las que se encuentran niños, enfermos, discapacitados, mayores y mujeres, es indispensable ponerle fin al conflicto.
Así como se estableció una tregua o alto al fuego hace pocos días, hay que establecer con negociaciones directas el fin del conflicto, a través del reconocimiento mutuo, la solución de dos estados (el israelí y el palestino con fronteras claramente definidas) y la implicación de la comunidad Internacional y de la ONU como garante de la paz.
@OscarArnal