Luis Bravo: en educación tenemos todo menos el milagro pedagógico

La rendición de cuentas del año 2010 se convierte en danza de datos desconectados, que dicen muy poco sobre el estado de la educación nacional.  En lo que respecta a Universidad la interpelación fue menos sensacional como noticia, sin embargo fue la chispa para una trifulca.

por Luis Bravo Jáuregui

¿Chávez otra vez?

«Sin excluir la posibilidad de que un líder opositor capitalice la frustración de las masas,  Vladimir Villegas me preguntó en su programa de radio: ¿podría Chávez ganar las elecciones del 2012? La pregunta no venía de la nada. Nuestra conversación giró alrededor de dos datos fundamentales. Por una parte, la evaluación de gestión del Presidente, luego de 12 años en el poder, ha oscilado los últimos meses alrededor del 50%, lo que lo mantiene como el líder individual más fuerte del país. Sin embargo, al preguntar a la misma población si considera que Chávez debe mantenerse en el poder luego del 2012, solo 23,4% respondió que sí, una información relevante para considerar sus posibilidades de reelección».

LUIS VICENTE LEÓN |  EL UNIVERSAL domingo 6 de febrero de 2011  12:00 AM

Impensable hace apenas unos meses. Que los ministros enfrentaran las preguntas de la nueva disidencia, la que obtuvo mas votos pero tiene menos representantes en el parlamento. Ocurrió, llámesele como se le llame: interpelación, comparecencia, rendición de cuentas, show, maratón de sordos, trifulca en vivo y directo… pero pasó. Una parte del país pudo interrogar a los otrora impermeables ministros sobre los resultados de su gestión y de la política que representan. Avanzó un pelín nuestra sociedad de democracia herida.

Lo que debería ser cotidiano, cosa de todos los días,  se convierte en algo extraordinario. La comparecencia  de  los ministros ante el poder legislativo para informar sobre lo que se hace y sus resultados contables, como lo manda la Constitución y las buenas costumbres democráticas. Como pasó en el país siempre que hemos tenido democracia o algo que se le parezca.  Como sucede en todo el mundo civilizado, que la tierra no se raja porque le pregunten a un funcionario sobre los resultados de lo que debería ser su trabajo.

Poca pericia tienen los ministros en contestar preguntas incómodas. Parecen mejor preparados para el reality show de la agitación y la propaganda en que ha devenido el ejercicio gubernamental. Poca pericia para gobernar,  sí se notó. Demasiada jaladera, demasiada estadística descentrada de la tarea de informar.  Escasa referencia a lo que hicieron en el año 2010 y lo que proponen para el año fiscal presente, como manda la Constitución y las leyes. Mucho esfuerzo por decir que antes estábamos peor y que la vida feliz comenzó cuando el jefe supremo fue elegido. Como suele ser común en los regímenes autoritarios,  todo está rabiosamente bien.

No obstante,  hay que reconocer que algo es algo. Al menos escucharon a quien disiente. Fueron menos YO que los mencionados cuando se presentó la  Memoria y Cuenta presidencial. Los ministros estuvieron  más centrados en el trabajo que los compromete con la Asamblea Nacional y el País. El Presidente definitivamente se aplica menos que sus compañeros de aventura en resolver los grandes problemas del país. Utiliza demasiado tiempo y divisas petroleras  en su eterna campaña  por retener y acrecentar su poder personal. Sus bajos en las encuestas le preocupan y ocupan más que  su trabajo de gobernar democráticamente un país. Parte importante del cual es informar sobre el estado de la nación, como bien lo observa un socialista convencido de que en el país no se está construyendo algo que se parezca al socialismo democrático que muchos esperamos:

¿Memoria y cuenta?

«Una memoria y cuenta es un informe de lo actuado en un período concreto, un año en el caso del Presidente venezolano. Debe ser un informe de las metas alcanzadas, las actividades ejecutadas, los logros obtenidos, las inversiones realizadas, así como el efecto beneficioso producido por la gestión gubernamental de ese período en todos los sectores de la sociedad venezolana y en la calidad de vida de nuestro pueblo. Pero no fue eso lo que presenciamos en el acto del Informe Anual del Presidente ante la Asamblea, posiblemente porque Chávez olvidó de qué se trataba, ya que todos estos últimos años ha tenido una Asamblea totalmente suya, dispuesta a aplaudir y aprobar cualquier cosa que le dijera.

Chávez habló y habló por horas, con un discurso vacío de contenidos importantes, una suerte de anecdotario personal en el que las referencias a situaciones vividas con Fidel Castro y otros líderes regionales parecían el centro de la cuestión, sin informar a profundidad sobre su fracasada gestión de gobierno y las causas y responsables de ese fracaso. En cambio, el contenido del discurso se parecía más al de un gobernante entrante, que recién se inicia y que presenta las iniciativas que tomará y los problemas que se propone resolver. Es decir, a estas alturas, el Presidente se dedicó a prometer que resolverá los problemas que aquejan a los venezolanos y que hará de nuestra patria una patria grande (…)

Fue un cuento en lugar de memoria y cuenta»

Luis Fuenmayor Toro.  Últimas Noticias, http://epaper.ultimasnoticias.com.ve/impresodigital/xml_epaper/

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Lo cierto es que los ministros cuando esta semana expusieron su Memoria y Cuenta estuvieron mejor que su jefe cuando expuso la suya. Hablaron menos e informaron más. Al menos las dos ministras de la educación, pese a la bufonada de las barras, la agresión al Diputado Marquina el tufillo jalacolaborador que impregnó los discursos.   Y no es que estuvieran muy bien que digamos, pero la comparación las honra, pues escucharon al adversario que no enemigo y eso se agradece por raro en esta administración del gobierno educativo. Un veranillo indio en este dialogo de sordos en que se ha convertido el gobierno educativo.

En materia educativa privaron dos estilos pero una motivación: complacer al Presidente y demostrar que tenemos un milagro educativo.  Sin embargo dejaron colar algunos datos que hablan de que en educación tenemos todo menos el milagro pedagógico que vende la propaganda oficial. Que hay quien reconoce que todavía falta mucho por hacer para cumplir con lo prometido.

Se notó cierto cansancio y nervios.  Algunos ministros y diputados oficialistas parecen, aunque muy pocos todavía,  ya hartos de que se siga diciendo que el Presidente quiere lo mejor para el país pero los incompetentes (ministros) que lo acompañan no lo permiten. Quieren brillar con luz propia, cosa que también es de agradecer.

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