La Historia de HOY por Víctor Mendoza –

El Santoral de hoy miércoles 17 de noviembre del año 2021, establece la celebracion de «SANTA ISABEL DE HUNGRIA«.  Saludamos a todas las damas que llevan por nombre: ISABEL.

Nos vamos al estado Bolívar, y encontramos a en los archivos de la cultura bolivarense, el nacimiento de Alejandro Vargas, quién fue un compositor y cantante popular, que había nacido en la población de los Culíes, Municipio Caroní, Parroquia Yocoima, estado Bolívar, asentamiento a 20 kms. de la ciudad de San Félix. 

Según la fuente, fue un constante serenatero en las noches guayaneses, que él llenaba con sus inolvidables «Casta Paloma», «El Sapo», «La Sapoara» entre otras.

De acuerdo a las fuentes, fue un personaje del pueblo.  Entre sus características, vale recordar, que andaba por las calles de la ciudad sin pretensiones, sin alardes, pese a la calidad de sus obras.  Desde ese punto de vista, complacía a todas aquellas personas que le solicitaban una canción.  De hecho, le decían «una canción maestro» y no escatimaba esfuerzo alguno y les complacía, por la sola satisfacción del arte popular.

«El estilo personal de Vargas fue algo muy personal.  Entrelazó de manera original ciertos ritmos latinoamericanos,  como los del Son y el Tango, con lo que es la genuina herencia de nuestros viejos juglares: arpegios delicados, armonías variadas, modulaciones, variantes melódicas.

Era compositor genuino, tanto que no repetía una melodía de la misma manera.  Así, las canciones que con honradez no común atestiguaba como ajenas, tomaban por gracia de este acento nuevo.  Eran entonces, recreaciones de Antonio Vargas.  Sus propias melodías lo definen como creador de fino estilo dentro del genio popular…» así lo describe Luis Felipe Ramón y Rivera de este notable artista guayanés  Pero lo cierto es que el conjunto vocal «Serenata Guayanesa» ha internaciolizado  las piezas musicales de Alejandro Vargas, quien falleció  en Ciudad Bolívar, estado Bolívar el 16 de marzo  de 1968.

Había nacido el 17 de noviembre del año 1892.

Un orgullo difícil de olvidar.

Justo y necesario.

Así sea.

Por Víctor Mendoza Coronado – CNP 23782.

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