Jesús Faría: Venezuela inmune a crisis de EEUU

Jes'us Faría, diputado

La crisis financiera que viene generándose en Estados Unidos y Europa, y que el pasado jueves se profundizó con la peor caída de precios en el mercado de valores desde el 2008, afectará a todo el planeta, incluida Venezuela, pero las afectaciones locales serán más leves debido a la política económica alternativa que Caracas ha adoptado en los últimos años, explicó Jesús Faría, vicepresidente de la comisión de Finanzas y Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional.

Precisó que esa política alternativa se expresa con la creación del Fondo de Desarrollo Nacional-Fonden, que ha concentrado altos niveles de ahorro con los excedentes de las exportaciones petroleras; la diversificación del mercado petrolero, con clientes importantes como China; la colocación de reservas internacionales en monedas distintas al dólar; la creación de fondos de crédito y bancos bilaterales con países sólidos y el sistema de control cambiario, entre las
más destacadas.

«La debacle económica y financiera de Estados Unidos afectará a todo el planeta, es una crisis muy profunda con muchos tentáculos que ya muestra sus primeros signos, ahora, es diferente defenderse de estos terremotos del capitalismo con políticas como las que teníamos en Venezuela en los años 90, con el neoliberalismo galopando, privatizando todo, que con las medidas que se han tomado en los últimos años en lo económico, financiero y social», agregó el diputado.

Esta política económica de Venezuela ha sido paralela a la aplicación de políticas sociales de alto impacto, que le han mantenido solvente incluso ante importantes trastornos económicos. Por ejemplo, aunque la economía no creció en los dos años anteriores (2009-2010), el hecho no ameritó el recorte del gasto público (cosa que si ocurrió en los países europeos, por ejemplo).

Adicionalmente, Venezuela canceló la deuda que tenía con el Fondo Monetario Internacional-FMI, organismo internacional que administra la Casa Blanca y presta dinero bajo condiciones de corte neoliberal, como las que se impusieron a través del recordado «paquetazo» de Carlos Andrés Pérez, en 1989, y que derivaron en el estallido social conocido como el Caracazo.

«La buena noticia no es sólo que no le debemos al FMI, sino que no necesitamos pedirle prestado, lo cual implica que no tenemos la obligación de subordinarnos a sus condiciones, que suelen ser privatizar las empresas estratégicas, los servicios públicos, la salud, la educación, liberar precios, recortar el gasto público y cosas similares», acotó Faría al respecto.

«Estamos muy lejos de lo que está ocurriendo en Grecia»

El parlamentario de la comisión de Finanzas de la AN también fue consultado acerca de apreciaciones por parte de economistas que han pronosticado para Venezuela una debacle económica y financiera como la de Grecia y otros países europeos, «si el gobierno no recorta el gasto público».

«Estamos muy lejos de lo que está ocurriendo en Grecia. Eso es un gran disparate. Para empezar, somos de los países más solventes en términos de deuda. Venezuela debe más o menos el 20% de su PIB (Producto Interno Bruto), Grecia debe algo así como 130%, es decir, todo lo que tiene y más
que eso», respondió.

El PIB se traduce en el valor monetario de los recursos con los que cuenta un país para un período determinado, en este caso un año, y la deuda es lo se debe del PIB estimado.

Las cifras del Banco Mundial-BM sobre la relación PIB-deuda informan que Grecia debe 138% de su PIB; Italia 118%; Portugal 84%; Francia 83%; Reino Unido 73%, Alemania 47% y España 46%. La deuda de Rusia es la más baja de ese continente, con 8,6%.Estados Unidos debe el 67% de su PIB.

Venezuela figura como el tercer país del mundo con mayor capacidad para endeudarse, es decir que la relación PIB-deuda (20%) es una de las más saludables del planeta, después de China y Rusia, de acuerdo con las mismas cifras del BM.

¿Qué significa recortar el gasto público?

Recortar el gasto público suele consistir en reducir las pensiones y aumentar la edad para asignarlas, recortar sueldos y beneficios laborales, despedir empleados, eliminar o disminuir el monto de becas y todo programa social subsidiado con dinero del Estado, una política económica totalmente contraria a la que se desarrolla en Venezuela, de corte humanista.

«Para ellos (neoliberales), el gasto público es un derroche, para nosotros es una cuestión de estabilidad. Esa es la relación entre el poder político y el poder económico, es decir, la economía de un país se define en función de los intereses a los que obedece el poder gobernante. Si el gobierno defiende los intereses de los grandes grupos de poder, las políticas económicas tienden a favorecer a esos grupos, y si obedece a los intereses del pueblo, las medidas suelen expresarse en favor de la agenda social, del gasto social», concluyó el economista.

Fuente: AVN

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