Humberto Maio: El virus Chino y la propaganda comunista
Con gran preocupación y hasta estupor he leído en diferentes medios y hasta por los chats, que buenos amigos obviamente con la mejor pero “ingenua” intención, retransmiten o reenvían ciertos documentos e informaciones algunos de dudosa procedencia y otros de procedencia muy conocida, editoriales de periódicos, etc., sobre lo que está ocurriendo en el mundo a propósito de la pandemia del covid19 o virus Chino, dichos documentos además, contienen una feroz y dura crítica a los Estados Unidos de Norteamérica.
Sin embargo, dentro de este esquema de propaganda se entiende el por qué los medios no dejan en paz a Donald Trump. Se trata de toda una trama o red de ex funcionarios de Obama y sus familiares, todos ellos del partido demócrata con ramificaciones hasta en Hollywood con la Nancy Pelosi a la cabeza. Además se suma la influencia del magnate comunista George Soros, sus familiares y dependientes en la promoción de un nuevo orden mundial, más una diversidad de medios televisivos e impresos: ABC, CBS, CNN, Washington Post, New York Time, y un largo etc. Y por si fuera poco también tienen una influencia notable la inspiración y participación en esa campaña tenaz e implacable, de una serie de intelectuales de izquierda encabezados por Noam Chomsky.
No pretendo asumir la defensa de los Estados Unidos, pero al menos pretendo ayudar a clarificar la realidad del origen, desarrollo e intencionalidad propagandística del virus Chino, así como el manejo turbio y confuso del gravísimo problema y procuro advertir además sobre la perversa intención de los marxistas, comunistas e intelectuales de izquierda, intención perversa repito que existe detrás de esos documentos e informaciones.
No olvidemos que si Lenín fue el creador del imperio del terror comunista, el alemán Willi Münzenberg fue el creador de una formidable y muy eficiente maquinaria de propaganda que puso al servicio de la “KOMINTER”, esto es la internacional comunista, que aún hoy en día está en perfecto funcionamiento bajo otras formas, procedimientos y tecnologías de última generación. Es de hacer notar además para contribuir a la confusión, que el socialismo en la mayoría de sus acepciones es una especie de “hija o discípula dispersa” del Kominter o internacional comunista. Y fue Münzenberg quien acuñó la expresión y creó el famoso “club de los inocentes”, que no es otra cosa que aquellos que inocentemente y pretendiendo hacer gala de una mal interpretada libertad de expresión y el respeto a la opinión ajena, escriben y transmiten, o sea se hacen eco de esa maquinaria de mentiras y propagandas sin medir las implicaciones y consecuencias.
Lo genial y diabólico del dúo Lenin-Münzenberg fue el haber llevado a un asombroso nivel de eficiencia el viejísimo principio de toda subversión, cual es “crear un enemigo cierto o imaginario como paso previo a ofrecerse como la solución real para derrotarlo”, esa pareciera ser la actitud “generosa y solidaria” de China y su partido comunista.
China, desde la famosa “revolución cultural” de Mao Tse Tung, ha creado un sistema y por ende un aparato de dominación terrible, tiránico e implacable, y me atrevo a afirmar que aún más diabólico y eficiente que lo que habían creado sus antecesores e inspiradores, el dúo Lenín – Münzenberg. (1)
Lo anterior queda obviamente demostrado por el manejo criminal, mentiroso y perverso, de todo lo relacionado con el virus de indudable procedencia China que hoy azota de forma espantosa y terrorífica a la humanidad entera, que por cierto ya varios analistas la han tipificado como la “tercera guerra mundial”.
Ciertamente, todo parece indicar que existe un eje diabólico conformado por China, Rusia y Corea del Norte y al que se le suman como peones de tercera Irán, Cuba, Venezuela, la mafia comunista, el Foro de Sao Paulo y el narcoterrorismo internacionales, todos ellos enfrentados al mundo occidental judeo-cristiano, mediante nuevos recursos y esquemas de ataque distintos al uso de los armamentos sofisticados conocidos y en teatros de operaciones sin fronteras.
No albergo la más mínima duda que ese mundo occidental judeo-cristiano reaccionará con los Estados Unidos a la cabeza y el resto de américa, la Unión Europea, Japón, Australia, Israel y pare de contar.
Recordemos que al inicio de la segunda guerra mundial, ante el ataque por cierto de otro gigante asiático de aquel entonces, el imperio japonés, el almirante Isoroku Yamamoto jefe de la armada imperial japonesa, en medio de la euforia por el éxito del ataque devastador a Pearl Harbor exclamo’, “me temo que hemos despertado un gigante dormido y le hemos obligado a tomar una terrible resolución”. La historia nos demuestra y nos narra que esa terrible resolución significó la derrota de aquel eje y la destrucción y rendición de aquel gigante asiático.
Me temo que muy pronto occidente tendrá que tomar una “terrible resolución”, que tendrá consecuencias similares con la destrucción de este nuevo eje propiciador del terror y la tiranía.
Le pido a Dios que así sea, porque además va a significar el restablecimiento de la paz, la libertad y la democracia sobre bases distintas más justas y más humanas.
(1). Si alguien quiere profundizar en el tema les recomiendo la obra de Federico Jiménez Lo Santos, español que fue militante activo del comunismo en Cataluña y conoce ese monstruo en sus entrañas. Se dio cuenta del inmenso fraude, mentira y engaño que significan esas teorías de izquierda luego de leer el “Archipiélago Gulag” de Aleksandr Solzhenitsyn y de haber visitado y conocido exhaustivamente a la China comunista y su sistema. La obra tiene un título muy sugerente: El comunismo. De Lenín a Podemos. Una extensa y bien fundamentada obra que vale mucho la pena leer y consultar frecuentemente, especialmente por las actuales circunstancias políticas por las que está atravesando el mundo y especialmente la querida España.
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