Francisco Contreras: Regulaciones, corrupción y necesidad de contrapesos institucionales de poder

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Por Francisco Contreras (*)

El factor crucial para la reinstitucionalización del país lo constituye la restitución de la autonomía, la independencia, la legitimidad y la transitoriedad (no perpetuidad) de los otros poderes públicos. Estos con los contrapesos necesarios para contener en su mínima expresión a la corrupción en todas sus variantes. La debilidad institucional es el ambiente más propicio para la destrucción de la ciudadanía y la extorsión política de la sociedad.

“Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador. Todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor…!No hay aplazaos ni escalafón, los inmorales nos han igualao… Si uno vive en la impostura y otro roba en su ambición, da lo mismo que sea cura, colchonero, rey de bastos, caradura o polizón.!”
Enrique Santos Discepolo

La condición suficiente para el reforzamiento de la anti-fragilidad de la democracia venezolana se centra en la aprobación de una Ley de Evaluación de Impacto Regulatorio que lleve a su mínima expresión los vicios de los males públicos derivados de políticas públicas que promueven el uso de información privilegiada por parte de los funcionarios públicos, la propagación de incentivos perversos y la desviación de los recursos de la nación en favor de parcialidades políticas, ideológicas, grupales e incluso individuales.

Hay que constituir un marco descriptivo sobre las fuentes de las regulaciones gubernamentales, las atinentes al gasto público, las que afectan al mercado y a la vida económica.

Las fuentes de las regulaciones gubernamentales

Las regulaciones gubernamentales se han transformado en un problema con la aparición de los siguientes eventos:

  1. La gran expansión del mal gasto público,
  2. La formación de grandes empresas públicas,
  3. El fortalecimiento de la adjudicación de obras públicas,
  4. La regulación del mercado y la mayor injerencia del Estado en la vida económica.

Las regulaciones atinentes al gasto público

Los tres primeros acápites (1, 2 y 3) las llamaremos regulaciones corrientes, ellas dan lugar a la necesidad de:

  1. Formular los trámites burocráticos de las transacciones a realizar.
  2. Investigar a los proveedores y a los contratistas.
  3. Diseñar  de las condiciones de las licitaciones.
  4. Llevar a cabo las negociaciones para asegurar la eficiencia del mercado.
  5. Establecer una estructura de control de las respectivas prestaciones de obligaciones de las partes.

Las actividades gubernamentales suponen costos para determinar si el bien requerido está disponible en el mercado, quién tiene el menor precio, incluyendo la prospección, la comparación de la relación calidad/precio de las diferentes prestaciones propuestas, los estudios de mercado y otros relacionados.

También se incurre costos inevitables para llegar a un acuerdo aceptable con la otra parte de la transacción, como la redacción de un contrato apropiado. Es necesario asegurar que cada parte mantenga los términos del contrato y tomar acciones apropiadas si no se logra este cometido. Estos controles involucran el control de calidad de la prestación y la verificación de la entrega.

Este tipo de regulación en la medida que los procesos no se optimizan y simplifican se constituyen en fuente de corrupción cuando los trámites para administrar una transacción gubernamental son de difícil cumplimiento y los responsables de administrar tienen poder discrecional, pobre calificación y baja remuneración.

(*) Economista y profesor del Doctorado de Economia de la Universidad de Carabobo.

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