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El Hotel Humboldt es una referencia en Caracas. Para la mayoría de quienes viven o vienen a Caracas, ver hacia El Avila, es encontrarse con una edificación que orienta el norte de la ciudad. Construido a mediados de los años 50s (1956), el Humboldt es probablemente la obra más icónica del despegue arquitectónico de Venezuela.

Hoy en día, y desde mayo de 2018, el hotel está full operativo. En su diversidad de cafeterías y restaurantes, los visitantes pueden disfrutar de deliciosos menúes y bebidas. Así como también, visitas guiadas que muestran como se reconstruyó el mobiliario, y ser estigos de la Suite 101, denominada la “Suite Museo”. Para la cual se restauraron muebles originales.

Luego de esa visita, por las diferentes áreas del hotel, los visitantes pueden disfrutar de un almuerzo en el Comedor Principal. Lugar que también es utilizado para los conciertos, que con cierta regularidad, la gerencia del hotel ofrece a sus huéspedes. Caso en el cual, con suerte, se puede asistir al ensayo de los artistas mientras se almuerza, y “sin costo”.

Tal fue el caso del pasado sábado 12 de febrero, cuando Luis Fernando Borja ensayaba con su banda para el show de los Enamorados, de esa noche.

Luis Fernando Borjas ensayando con su banda, en el Comedor Prinicpal del Humboldt. Se pueden apreciar las luminarias de época.

Algo de la historia

Diseñado por el arquitecto Tomás Sanabria, el conjunto pasaría por diversas etapas durante las cuales estaría cerrado muchos años. A pesar de esos largos períodos de cierre, nunca perdería su esplendor y modernidad.

Cada detalle del hotel, desde la estructura hasta los mobiliarios fue diseñada por Sanabria. Todo fue pensado.

Como señala la nota promocional del concesionario, que hoy opera el conjunto, “El resultado es una torre cilíndrica con 70 habitaciones y un bar con vistas panorámicas de 360 grados adosadas a un cuerpo bajo destinado a áreas sociales, entretenimiento y servicios, alojados bajo una serie de cubiertas abovedadas y prismáticas”.

En su versión actual, al hotel le fue restituido su imagen de 1956, incluyéndose detalles de modernización como la TV por cable, internet, y las facilidades de mobilidad necesarias para personas mayores. De esta manera, se adecuó el Humboldt a los actuales estándares de un hotel de 5 estrellas.

Como llegar

En 1956, como en estos tiempos, se sigue llegando al hotel en un modernizado teleférico que parte de la Estación de Mariperez. Servicio que opera en convenientes horarios, de tal manera que se llega justo para visitar las instalaciones, almorzar y regresar en la tarde o noche, aunque con reserva previa se puede pernoctar teniendo como vista privilegiada la Caracas nocturna, al sur, y el horizonte que se pierde en el Mar Caribe, al norte.

El Humboldt es una experiencia única de la ciudad. Visitarlo, es una opción que hay que tenerla en la agenda.

Por Eduardo Martínez