El Gobierno Nacional inspeccionó este lunes la sede de Repuesto Landia, ubicada en el centro del estado Barinas, donde se encuentra una ensambladora de motos de manera clandestina.
El ministro de Industrias, Ricardo Menéndez, explicó que, en la fachada, el local posee identificación de venta de motos, pero en su interior se ensamblan los vehículos. La empresa no posee permisos ni para la instalación de la empresa en ese lugar ni para producir motocicletas.
«El Ministerio de Industria otorga los permisos para la instalación de las ensambladoras en Venezuela y a partir de la disponibilidad de las divisas con que cuenta el Estado, se aprueba el número de motos que se van a producir», explicó.
Repuesto Landia recibió permiso para instalarse en Guatire, estado Miranda, y para tener la capacidad operativa de 40.000 motos en un año, comentó Menéndez.
«Recibe divisas y ahora nos encontramos con esto: decidieron instalar, prácticamente como si fuese una línea clandestina, este lugar de producción» en el estado Barinas, dijo, al tiempo de recalcar que «instalaron sin autorización, en condiciones infrahumanas esta línea de producción».
Agregó que almacenaban una alta cantidad de motocicletas, por lo que las autoridades investigan la forma de distribución o comercialización de los vehículos.
«¿Hacia dónde va?, ¿con qué proceso de regularización?, ¿de qué manera se efectúa el proceso productivo?», se interrogó el ministro.
Menéndez apuntó que estas motos salían a la venta sin ningún control de calidad y sin cumplir con los estándares industriales que deben tener.
El ministro de Industrias informó que se va a consignar ante la Fiscalía General de la República el caso para que inicien las investigaciones correspondientes. El Ministerio de Trabajo y Protección Social atenderá los derechos y necesidades de los trabajadores.
«Se le está poniendo coto a quienes han venido robando y especulando a nuestro pueblo», dijo.
Uno de los trabajadores de esta empresa etalló que los empleados no tenían uniforme y no gozaban de los beneficios que otorga la Ley Orgánica del Trabajo para las Trabajadoras y los Trabajadores (LOTTT).
Dijo que trabajaban por producción y cada empleado debía armar 2,5 motos diarias. «Tenían un grupo de 20 personas, multiplicaban el 2,5 y ahí tenían el general de las motocicletas que teníamos que sacar diarias».
Agregó que llevaba laborando en esta ensambladora un año y seis meses, sin embargo en ese tiempo no se le canceló ni tickets de alimentación ni utilidades y además no poseía póliza de HCM.
«Si no veníamos a trabajar no cancelaban el día. Había que venir a juro para poder llevar un sustento a la casa», relató.
Fuente: AVN