Ante el rápido crecimiento del robo de celulares en Estados Unidos, las compañías de telefonía móvil y la Comisión Federal de Comunicaciones llegaron a un acuerdo para crear una base de datos de teléfonos robados y eventualmente impedir que sean vueltos a usar.
“Estamos enviando un mensaje a los consumidores de que les cuidamos las espaldas, y un mensaje a los delincuentes de que estamos reprimiendo el mercado de teléfonos robados”, declaró el presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones, Julius Genachowski, quien también reiteró que la agencia está buscando reducir el valor de los teléfonos inteligentes robados.
Dentro de seis meses, las compañías telefónicas impedirán que se usen los teléfonos robados en su actual red. La meta es que en, aproximadamente, un año y medio se bloquee la reactivación de los celulares robados en cualquier red.