Editorial: Suicidio de detenido presagiaría escalada del escándalo de corrupción

Estamos ante un régimen que no cuida, ni siquiera, a los que tiene detenidos bajo su responsabilidad. Ya sabíamos, con el score de muertos por la violencia callejera, que no cuidaba a los venezolanos que están libres.

No habían transcurrido 48 horas de su presentación, cuando Leoner Azuaje Urrea es encontrado muerto en su celda. Un directivo de Cartones Venezolanos, imputado por corrupción.

Este suceso , que esperamos sea único aunque sea mucho pedir,  ha asomado las aristas de un escándalo que se ventila solapadamente en la opinión pública venezolana. Hay mucho que pensar, y poco que comentar.

El venezolano, ante quienes deberían rendir cuenta tanto los que gobiernan como los que fungen de administradores de la justicia, desconocen -cuando ya va más de un mes- la magnitud y los alcances del mayor robo de los dineros públicos de la historia republicana.

Solo para ponderar de alguna manera el piquito del iceberg que sale del mar de la corrupción y la indecencia, basta con sacar a punta de lápiz y papel una cuenta de pulpero.

Afectos al régimen han señalado que estaríamos ante un robo de 21 mil millones de dólares. Si han emigrado del país unos 7,5 millones de venezolanos, estamos hablando que habrían quedado en el país poco más de 21 millones de venezolanos.

Se dividimos esos 21 mil millones de dólares entre los 21 millones de habitantes que todavía resistimos en Venezuela, nos da la estrepitante cifra de un mil dólares ($1.000) por cada venezolano que seguimos aquí. Eso es lo que se robaron.

(Un cantidad que asusta, cuando pensamos que podemos ser víctimas de la violencia de los malandros – con quienes nos podemos tropezar en las calles- si es que en sus cortas mentes llevan a elucubrar de que pudiéramos tener tal cantidad de dinero en nuestros bolsillos).

Esa es la magnitud de los dineros en cuestión, objeto de lo delitos.

Un cuadro que no garantiza nada

Cuando nos damos cuenta, que la empresa CartoVen no es de las que más dinero maneja, percibimos que el finado Azuaje -si es verdad que cometió algún delito- no sería de gran monta.

Pero tampoco conocemos la imputación, ni a él ni a los otros 80 detenidos. Imputaciones realizadas curiosamente “entre gallos y media noche”, sin público y sin la prensa independiente presente, y sin que se publique posteriormente el documento de imputación.

Esa manera de administrar justicia quasi sumaria tiende sobre los casos y los detenidos una oscuridad sospechosa, y para ellos probablemente: “tenebrosa”.

En cuanto a todos los ex funcionarios del régimen, fieles “defensores de las ideas de Chávez y Bolívar” como apuntaba Azuaje en su cuenta de Twitter, que han sido llevados a juicio ante Cortes Federales de Estados Unidos, se han conocido públicamente las razones específicas de sus imputaciones y detenciones. Curioso que el régimen al cual servían les nieguen, lo que el imperio les garantiza. Curioso.

Mientras tanto, dada la historia reciente, este suicidio entra en el terreno movedizo de lo que nadie creerá. Lamentable, lo que garantizará que no habrá justicia. El escándalo escala. Vamos a ver que sobreviene en los próximos días. Como ha señalado el fiscal, todavía falta por detener a otros 20 ciudadanos. Y nosotros resaltamos: entre funcionarios y enchufados.

Eduardo Martínez, Editor

www.economiavenezolana.com

 

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