Editorial: Llegó el lobo

editorial-2-1-1Los analistas de la economía venezolana llevan más de un año alertando sobre un inminente colapso del país.

El listado de evidencias detectadas para esa apreciación, ha incluido caída de la producción de bienes y servicios –caída del PIB-, desinversión, aumento del dependencia de la factura petrolera, excesivo control de las divisas, aumento del desempleo y de la economía del rebusque –llamada eufemísticamente por los economistas como “economía informal”, inflación cercana al 100% -duplicación de los precios-, y devaluaciones repetidas y de grandes números, entre otros indicadores que demostrarían la inminencia de un posible colapso.

Luego de 11 meses de ese año, bastó para que lo señalado por los economistas probara el terreno de la realidad. El país entró en una doble situación calamitosa: alta inflación y caída significativa del PIB. Un punto a partir del cual, cualquier perturbación de los indicadores macro económicos –por más pequeños que sean- puede llevar a un país al foso del desempeño económico. Lo que trae consecuencias negativas e inmediatas al común de los ciudadanos.

En paralelo, y desde hace 12 semanas, comenzó una sistemática y progresiva caída de los precios del barril de crudo venezolano –prácticamente el único producto de exportación venezolano. Más de 30% de caída, ya coloca a las finanzas públicas en un punto de emergencia.

Las posibles previsiones aportadas por los economistas en estos 11 meses, y aún antes, no fueron tomadas en cuenta por el gobierno de Nicolás Maduro. Ahora es tarde.

Eso recuerda el cuento infantil de “Ahí viene el lobo”. Bueno no viene una crisis. La crisis ya está entre nosotros. A mediados de enero, comenzará a llegar los dólares disminuidos de la factura petrolera.

Ya el gobierno anunció recortes en el Presupuesto 2015, que todavía no ha sido aprobado por la Asamblea Nacional. Maduro adelantó el viernes, que serán reducidos los sueldos de los altos funcionarios del gobierno. Para el desempeño que ha tenido, eso es un promedio. Debieron hace mucho cesar en sus funciones.

Para los que creen que el futuro va a ser malo, hay una mala noticia: No solo el futuro será malo en este contexto económico. El presente ya es malo, porque ya “Llegó el lobo”.

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