Editorial: De la guerra solo queda la muerte y el odio

En los últimos tres días, hemos sido impactados por el masivo ataque terrorista a la población civil de Israel. Son terribles las imágenes que han sido captadas y transmitidas por las agencias internacionales.

La banda palestina Hamas, desde la Franja de Gaza, invadió comunidades civiles israelitas para cometer una razzia de indiscriminados asesinatos -de adultos y niños- violaciones y secuestros.

Son crímenes que la comunidad internacional deberá investigar, dar caza a los responsables y juzgarlos, de tal forma que se haga justicia. En todo caso, las acciones de Hamas son producto del odio religioso y político. Lo que claramente está descrito, codificado y penalizado en las leyes de aplicación universal, comúnmente aceptadas y ratificadas por los países.

Como consecuencia, el Estado de Israel ha hecho uso de su derecho a la defensa. Lo que por supuesto escalará el conflicto, y tendrá su impacto. Esa parte de la historia está en pleno desarrollo, y por lo tanto, todavía no se ha escrito.

Este mismo fin de semana, casualmente tuvimos acceso a una fotografía cuya gráfica y leyenda nos ubica en el contexto de las guerras.

Se trata de una fotografía firmada por el fotógrafo Howard Sochurek, para la revista Life.

En la imagen, se ve al fondo la vegetación tropical de una playa, y en la extensión arenosa se aprecian en primer plano tres objetos: lo que parece ser un casco militar, un objeto no identificado también semi enterrado, y un cráneo brillante por el sol y el paso del tiempo.

Lo singular de la fotografía, es que fue tomada en 1a playa de Guadalcanal, seis años después del fin de la II Guerra Mundial.

Si tomamos en cuenta la historia de la batalla librada en esa isla del Pacífico, descubriremos que fueron tres grandes batallas -de agosto de 1942 a febrero de 1943- entre las fuerzas japonesas y las fuerzas estadounidenses. Lo que nos señala que la fotografía fue tomada 8 años después que terminara la Batalla de Guadalcanal.

Como testimonio de lo que traen las guerras, la playa de Guadalcanal captada por el fotógrafo Sochurek, es un imperecedero testimonio de lo que traen las guerras: destrucción, muerte y el odio que se siembra.

* En Guadalcanal cayeron en combate 31.000 japoneses y 7.100 aliados.

* Fotografía cortesía de Archivos de la revista Life

Eduardo Martínez, Editor

editor@eastwebside.com

@ermartinezd

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