Se no has vendido la idea que el Acuerdo firmado en Barbados nos permitirá tener en Venezuela unas elecciones presidenciales transparentes y limpias.
Hasta el momento, el régimen signatario del acuerdo prosigue con su guion de impedir la participación de la candidata unitaria de la oposición, María Corina Machado. A lo que se une ahora, la estrategia de impulsar candidatos esquiroles del llamado “alacranato”, partidos ad hoc con que cuenta Jorge Rodríguez para que aplaudan sus intervenciones parlamentarias, y secunden con su voto las propuestas oficialistas.
Desde la semana pasada, se introdujo una nueva modalidad en el comportamiento del principal signatario de Barbados: la violencia en contra de los dirigentes opositores que acompañan en los recorridos de María Corina por Venezuela.
Ocurrió en el estado Trujillo, cuando César Pérez Vivas – ex precandidato presidencial- concurría por una carretera a acompañar a María Corina. Un grupo comando “chavista”, según atestiguan los presentes y los videos del momento, arremetieron en contra del vehículo que llevaba a Pérez Vivas.
Gracias a Dios, que el dirigente tachirense no fue alcanzado por las piedras, gracias a la dureza de los vidrios. Pudo haberle costado la vida o daños faciales de consideración. El impacto, dirigido certeramente, le hubiera alcanzado mortalmente en la cabeza. Fotografías y videos lo señalan de manera gráfica.
No es de extrañar que, sin un ápice de vergüenza, los asistentes y sus adláteres podrían decir que esa violencia “no se discutió en Barbados”, y no forma parte del acuerdo. Argumento esgrimido cada vez que la oposición reclama la ilegal inhabilitación de María Corina Machado.
Eduardo Martínez, Editor
@ermartinezd