Domingo González Villegas: En búsqueda del absurdo

Domingo González Villegas: En búsqueda del absurdo

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Por Domingo González Villegas

La teoría del absurdo. Qué es, qué podemos calificar de absurdo? Y cuando algo se sale de los cánones de lo absurdo, pudiéramos decir que es una absurdidés?

Primero lo primero: lo absurdo es cuando el objeto se torna sujeto? o cuando el fenómeno es a la vez presencía y esencia como lo manifiesta Sartre en El ser y la nada. Ojo, pero más allá de ello me parece una ligereza el afirmar que la dualidad se terminó cuando la aparición se torna esencia, es decir, aquella genera a esta. Pero, he ahí que florece lo dual: se es o no se es, esa es la ley fundamental del existir. No hay más camino que el que tomas para tu trajinar en tu ida, no más, porque si añades otro ya no estas en este plano convencional y obligante; no sabríamos señalarlo, no cabrían más que especulaciones insulsas que no nos conducirían a ninguna parte No eres, no serías, pues tu esencia, tu trascendencia quedaría atascada en la no verdad, en la absoluta absurdides, que no lo posible.

Así, pues, ser es ser (eso no es mío y quiero ser lo más honesto posible en mi sentencia). Cuando algo es, o pretende ser, qué o quién le da su patente existencial? Luego, tras de sí existe otro algo que está por encima de su ya, de su wesenchau de Husserl, lo fenomenológico está presente pero, yo pregunto: cómo? Así, la discusión se tornaría, como debe ser: dialéctica, sin espasmos vacilantes tipo Sartre.

Pero no es el único hereje, también nos encontramos con Heidegger: El ser y el tiempo, quién, utilizando su persuasión, logró vencer algunos avatares más encarnizados, pero lógicos y…sin embargo anonímios por lo farragoso.

Ahora. Siguiendo con nuestra ocupación sobre el esclarecimiento de lo absurdo y la absurdidés, me permito adelantar que la absurdidés, derivada de absurdo, es el techo celestial donde convergen los infinitos mosaicos estrellados y luces, que antes de encandilarte, le facilitan, al vía andante un caminar perfecto, porque el nivel y la plomada hicieron su trabajo. En consecuencia, lo absurdo no existe per sé, sino por la experimentación constante del homo sapiens y su sed por des-cubrir.

* Profesor doctorado Faces UCV.

Fuente: Ilustración de Michael Cheval.

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