La ciudad de Detroit, actualmente declarada en bancarrota, espera atraer a 50.000 inmigrantes en los próximos cinco años.
El gobernador del estado, Rick Snyder, planea anunciar su pedido de miles de visas de trabajo al gobierno de Barack Obama, para atraer gente talentosa que trabaje y viva en la ciudad.
La ley de inmigración de Estados Unidos no contempla otorgar visas por región ni por estado sino que son otorgadas a aquellos que tienen estudios avanzados o han mostrado habilidades excepcionales en algún campo.
Snyder dice sin embargo que se trata de algo parecido al “interés nacional” por atraer médicos que aceptan trabajar en áreas en las que más se les necesita a cambio de una “Green card” o residencia.
Detroit se declaró en bancarrota en octubre cuando ya no pudo pagar la deuda de unos $18.000 millones de dólares que arrastra, provocada por los malos manejos de sus finanzas, la reducción o el cierre de industrias como la automovilística, una población que declina, el alto crimen y el resquebrajamiento de su infraestructura urbana.
Fuente: AVN