“En la contradicción entre la producción ilimitada de bienes que no va acompañada por la necesaria correspondencia en la capacidad de consumo de la sociedad para realizar lo producido, podemos ubicar el elemento más general de las crisis: la sobreproducción en relación con la capacidad de demanda de la sociedad.”, así analiza en un documento el Comité Político Nacional de Bandera Roja-BR el carácter orgánico y concreto de la crisis financiera internacional.
Fechado en agosto, el documento no se queda en lo internacional. Explora la influencia de esta circunstancia en la Venezuela actual.
“La circunstancia venezolana puede resultar explosiva. Esta afirmación, como hemos sustentado, fuerza a adelantar una política de mayor vinculación de masas, de comprensión de las luchas obreras y sindicales, principalmente y entre otros aspectos. La crisis mundial coloca al movimiento obrero, específicamente al movimiento sindical, en una disyuntiva sólo superable en la medida en que exista una vanguardia que oriente las luchas y que parta, para el sustento de su política, de un análisis riguroso de la situación”, afirma Bandera Roja.
“Para no ir muy lejos veamos lo que acontece en el sindicalismo venezolano en los últimos años que ha dejado una huella de más de 200 asesinatos”, recuerdan lo que viene siendo ignorado en el país.
“Para los países que cuentan con ventajas en la colocación y venta de sus productos y que, a su vez, se convierten en refugios para el capital, como es el caso del petróleo, los dividendos pueden permitir paliar los efectos de la crisis en el corto plazo”
Encuentra la dirección de BR que en Venezuela, “los recursos extraordinarios provenientes de la colocación del crudo en el mercado internacional han servido” para ampliar mercados y expandir su condición de “importadores netos de bienes finales”.
Señalando que “el proceso de desmantelamiento del aparato industrial al que ha sido sometida la economía, mientras se afianza la condición importadora, y el creciente endeudamiento público hacen muy vulnerable a la economía venezolana”.
Lo que les lleva a asegurar que “cualquier vaivén en el comportamiento de los precios del crudo a la baja puede determinar una situación crítica que bien pudiese conducir al colapso de la economía. La deuda ya supera con creces 50 por ciento del PIB de 2011”.
En este sentido, Bandera Roja se pronuncia por la reanimación del aparato productivo. Pero encuentra “tremendas limitaciones por los frenos al proceso de centralización de los capitales, tales como el encarecimiento del crédito, las limitaciones al aparato productivo, el rezago en materia científico-tecnológica, entre otros aspectos”.
Ante el anuncio de “la posibilidad de una caída de los precios del crudo en unos 10 dólares el barril”, BR estima que “afectaría sensiblemente los ingresos del Estado venezolano, a pesar de haberse calculado el presupuesto de gastos con base en 40 dólares el barril”.
Concluye el documento político de Bandera Roja que “estas circunstancias deben ser analizadas de manera permanente por la dirección del partido para ubicar las tendencias del desarrollo de la lucha de clases en Venezuela y a escala internacional”.
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Fuente: Reseña tomada de El Nuevo País