Alexander Guerrero le escribe al Presidente porque su propuesta es comunismo

El economista y profesor universitario Alexander Guerrero, le escribe al presidente en 11 puntos porque el modelo de sociedad que propone es comunista.

Si es comunismo Sr. Presidente: Y déjeme decirle porque!

Por Alexander Guerrero E

1. Comunismo puro y simple: la servidumbre ante el Estado

Días atrás el Presidente acotaba que su revolución no era comunista, y se quejaba de sus detractores, muchos de ellos recién aprendiendo que el modelo de sociedad que nos propone el Presidente es un comunismo puro y simple; un entorno socioeconómico donde la propiedad privada esta relegada a la apropiación de cosas cuyo uso, usufructo y disposición no conlleva un proceso de creación de riqueza, es decir, propiedad sobre activos “rentables” como viviendas, empresas, es decir.

La enajenación sobre esos activos viene impuesta o bien por Ley y hasta normas constitucionales; por ejemplo, todos aquellos activos susceptibles de ser explotados desde el subsuelo, aguas, bosques, o son expropiados por decretos (ilegales e inconstitucionales) presidenciales por antojo político, arbitrariedad y por la fuerza de las armas. Si el poder público limita esta característica básica de la propiedad, de ser un medio para crear riqueza,  se garantiza por vía violenta el modelo de servidumbre del individuo ante el Estado, y lo hace dependiente en lo económico y social de las suertes redistributivas de una política fiscal donde en nombre del Estado, los bienes rentables en la sociedad son administrados por el fisco (gobierno).

Acotamos que el sistema de servidumbre ante el Estado es característico del comunismo –o socialismo- porque el destino del individuo está sujeto a un régimen de libertades restringidas. En Venezuela la dinámica de perdida de libertades viene ejecutándose “legalmente” en la fábrica de leyes donde la actividad económica del individuo ha adquirido en la mayoría de esos instrumentos legales en una actividad sujeto a un código penal ad hoc, y también viene como parte de la represión política que comienza cándidamente en las cadenas presidenciales, el Estado se ha convertido en un instrumento de presión bajo un código revolucionario incierto para la población.

En esas condiciones, la dominación política del individuo está garantizada. Esto configura, un entorno de libertades restringidas y limitadas, donde los mecanismos represivos se institucionalizan en forma de leyes, pero sin que entre los poderes públicos exista contrapesos institucionales, en esencia es el modelo soviético, o cubano, o el que prevaleció en Europa por décadas. La gente finalmente ha comenzado a comprender el objetivo de la revolución bolivariana, ello ha catalizado la oposición política y social al régimen y el gobierno ha comenzado a sentir el rechazo natural ante la perspectiva de vivir sin libertades. Convoco al amigo lector a revisar EL Camino a la Servidumbre de F Hayek, quien hace más de 60 años diagnostico el modo y también el final de esos regímenes socioeconómicos.

2. El Presidente se queja del rechazo al comunismo: Castro es más sincero

El Presidente, al acusar la reacción popular de rechazo al comunismo, se  refería especialmente a quienes sostenemos una consistente crítica al comunismo, como ignorantes o mal intencionados. En realidad, ninguna de las dos cosas, pero es el estilo autoritario a través del insulto y la descalificación y la creencia en absoluta razón. La gente desde luego siente escozor solo por sentir la posibilidad que el régimen comunista cubano se replique en Venezuela, como en efecto ha venido ocurriendo, a tal extremo que asesores cubanos controlan aspectos cruciales de la vida de los venezolanos.

Un viejo líder, atormentado por cinco décadas de fracaso socioeconómico y humano del comunismo que el impuso en su país, y que convirtió a Cuba en la nación más pobre de la región, Fidel Castro, más sincero, lo decía sin tapujos, el socialismo es el comunismo, en el fondo no podemos ser tan ingenuos para suponer que el Presidente no piensa igual, de todas maneras una revolución tiene consecuencias intencionadas y no intencionadas.

Esa respuesta que enluto de oportunismo al comunismo criollo, vino enlazada con la confesión de su fracaso, haciendo que la edad y el cinismo le diera vuelta a sus palabras para negar su afirmación previa que el comunismo había fracasado, nadie le creyó, su confesión había quedado grabada, y la gente fue benévola porque sabe que el hombre a cierta edad pierde condiciones  mentales. Ya se encargará la historia de colocarlo en el coliseo de las tragedias humanas como la Rusia de Stalin, el nacionalsocialismo de los primos ideológicos del comunismo, el nazismo (Hitler) y el fascismo (Mussolini), la Corea de Kim il Sung y la Cambodia de Lol Pot.

3. La revolución bolivariana nos traza la ruina del comunismo

Regresando a nuestro patio, avancemos con los hechos del fracaso socioeconómico dejado tras diez años de revolución socialista, a pesar del enorme ingreso fiscal estimado en unos 750 mil millones de dólares en ocho años pareciera transcurrir la misma senda de descapitalización de la economía como ocurriría en Cuba desde 1961, y también similar a como ocurre continua y sistemáticamente en alguno países africanos de procesos políticos conducidos por líderes que abrazaron el marxismo y el comunismo como ideal nacional, el más sobresaliente, Zimbabwe, país que antes de llegar Mugabe al poder, era el granero de África, hoy muestra seis millones de individuos viviendo de la caridad universal.

Aunque en cierto modo en Venezuela, el avance del comunismo aparece subrepticiamente refrendado por rasgos de formalidad democrática, los cuales desde luego provocarán una cadena de iniciativas jurídicas cuando cambien las coordenadas políticas en 2012, en virtud que la mayoría en el cuerpo legislativo impuso una dictadura absolutista (Calculo del Consenso Buchanan & Tullock) que sobrepaso los limites frágiles de algunas reglas constitucionales en vigencia.

La participación del Poder Público como parte de este concierto totalitario institucionalizado también será igualmente contestada en ocasión de los cambios políticos por venir, del mismo modo, muchas responsabilidades policías y administrativas se pondrán en manos de los poderes públicos electos democráticamente. Venezuela por azar de la historia podría resolver todos esos exabruptos históricos por vía absolutamente pacifica, y revertir hacia la democracia económica y política, sostenida en reglas de equilibrio institucional y en la acción plena de derechos de propiedad. Quiera Dios que así sea.

Precisar metodológicamente la discusión que los comunistas evaden, no es difícil, porque el juego ideológico del socialista o del comunista –para los efectos lo mismo- esta borlado de una pastosa retórica sin sustancia, pero compensada con abundante propaganda anunciando sus éxitos económicos y sociales, y que para “imponer’ el socialismo/comunismo la revolución está dotada de mecanismos administrativos y políticos para descapitalizar al sector privado, a la gente.

4. La destrucción del capitalismo criollo

Así, la destrucción del capitalismo criollo, se ha aplicado una agenda de política pública oficial financiada con el ingreso fiscal petrolero, porque el primer paso de esa política era pervertir el mecanismos de formación de precio, para lo cual el control de cambio se convirtió en el primer instrumentos de interferencia económica del Estado estableciendo unos precios relativos envilecidos por un bolívar cuya inflación superaba enormemente la inflación en el mercado internacional, con la cual era más barato comprar en los mercados internacionales que producir en el país.

El diferencial cambiario en forma de control de cambio para normar y estimular el mercado cambiario fue financiado con reservas internacionales para imponer un ritmo de importaciones dirigido a socavar la capacidad instalada nacional: alimentos, químicos y metalmecánicos son los sectores que sufren esta tijera institucional de descapitalización; cae la inversión privada nacional y la demanda es satisfecha vía balanza de pagos, importaciones las cuales marcan niveles récords mostrando la caída de la producción doméstica.

Recordemos que el Presidente en enero del 2003 se refirió al establecimiento del mercado cambiario como un “control político”, el sabia el objetivo político y económico, sin embargo a los venezolanos y sus elites no les fue fácil comprender el fenómeno en sus inicios, la borrachera producida por las importaciones actuó como un elixir que apago el entendimiento del colectivo. Acotemos que el proceso de descapitalización, léase como destruir a la oligarquía o capitalismo criollo, en paralelo estaba siendo institucionalizado por la AN convertida en un “law factory” donde los derechos de propiedad recibían el impacto del desmantelamiento del marco jurídico llamado a protegerlos, y su debilitamiento, por uso y disposición, conducía a estrangular la inversión a través de normas, decretos y leyes. La descapitalización del capitalismo criollo, o del sector privado nacional, la hacemos patente en el cuadro anexo.

5. Pero que es comunismo?

Marxistas y ex marxistas que aun utilizan el materialismo histórico como plantilla analítica, confunden o mencionan al comunismo como una utopía “irrealizable”, en realidad es algo más sencillo, y esta evidenciado empíricamente en la historia del siglo XX, es una sistema de controles sobre la vida de los ciudadanos que elimina el acceso a una propiedad privada por dominio de la propiedad del Estado.

En Venezuela se ha colado en la historia a través de un sistemático control ciudadano que viene generalmente envuelto en leyes y en la violencia política en el micrófono y en la calle, y enajenándolos también de sus propiedades sobre activos rentables y restringiendo severamente sus libertades, lo cual va desde la obtención de un documento de identificación, para transitar y viajar, otras a través de la grotesca humillación del control de cambio que lesión violentamente derechos de propiedad, políticas públicas de control y apartheid ciudadano como aquellas famosas listas, y el discurso político que discrimina la condición de venezolano según apoye o no la revolución, etc. Y lo más protuberante, el reacomodo institucional de acciones políticas de los poderes públicos en la aplicación del estado de derecho y debido proceso.

En general, no pretendo remontarme al joven o viejo Marx de sus discusiones con los anarquistas, y tampoco las de Lenin con los socialdemócratas rusos y europeos a principios de la revolución rusa, ni mucho menos a la copiosa propaganda cubana de los sesenta que fue abrazada por toda una generación de latinoamericanos, intelectuales, dirigentes sindicales, y todo un back-office de ideólogos repetidores de frases y retórica plena de lugares comunes pero que después de medio siglo, el resumen parece más un parte de guerra y un pueblo sometido a los antojos de unos lideres aferrados al poder en una tabla, saben que la historia los juzgara severamente.

Tampoco entrare en las discusiones en la Internacional Socialista antes y después de la II Guerra y sus derivaciones hasta la configuración de la IV Internacional –Trotsky- de donde se nutrieron los marxistas latinoamericanos en los sesenta, Castro y Guevara y eventualmente Chávez entre ellos. Así, una buena cantidad de agitadores políticos de esos años acogieron formas de socialismo, que parecieron diferentes pero que en fondo partían del mismo modelo acabado y en ejecución en Rusia, país que fue acogido como la madre patria del comunismo latinoamericano; por ejemplo, los consejos comunales venezolanos fueron creados a imagen y semejanza de los soviets.

6. El socialismo llamado bolivariano, de la misma cosecha

El llamado socialismo bolivariano pertenece a esta cosecha, de hecho cualquier creación a lo largo de estas coordenadas ideológicas “consecuencias no intencionadas” conducen al modelo soviético; así, pese a que muchos lo ven como desfasado en la historia, recordemos que el Foro de Sao Paulo, fundado por Lula y Castro decidió acoger todo el variopinto ideario socialista y comunista de América Latina, desde las FARC hasta algunos partidos socialistas latinoamericanos ambiguamente diferenciados del mantra soviético, pero que sin embargo, conserva la matriz original del comunismo basado en el poder de los consejos, con militantes del partido de la revolución, organización fundamental para canalizar los antojos del líder, el modelo soviético o ruso si se prefiere. Algunos lo refieren como a la madre patria del socialismo, Chávez entre ellos. La izquierda que se fue a las elecciones después de dos golpes de Estado fallido en 1992, nunca abandono el mantra soviético y el modelo del comunismo, lamentablemente la inteligentzia venezolana nunca los tomo en serio, ahora que las cosas se muestran gruesas, muchos inician el reculado típico de estas circunstancias.

Por mi parte tengo doce años escribiendo y exponiendo, más que denunciando, mencionando esta emboscada política montada sobre cánones ideológicos que, aunque son defenestrados por la historia, siguen vigentes en el ideario político venezolano con tanta fuerza que ha sorprendió a propios y extraños, y que se acomoda muy bien cuando se abandera con el Estado dueño de la riqueza petrolera y de todo el subsuelo, en un país donde esos recursos hacen una buena parte de la economía nacional, y que siendo de todos, es secuestrada por una nomenclatura que supone conoce las preferencias de los venezolanos, en nombre del Estado, lo que equivale a en nombre del Rey, o como en el mundo islámico, donde el petróleo es parte de un bien prestado por Dios..

Sin embargo esas ideas algo desordenadas en lo conceptual siguen teniendo simpatía entre sectores políticos de la izquierda anticomunista de América Latina y desde luego en Venezuela. La discusión que Lenin impone y todos siguen, durante décadas quizás pueda comprenderse  en esta proclama en la división del PC Venezuela, cuando los fundadores del MÁS, llamaron a este movimiento la verdadera “tendencia  comunista venezolana”, –las discusiones en Deslinde por Caballero y Petkoff están en la historia-, para enterrar a los viejos comunistas del PCV. Es proclama, que valientemente denunciaba el comunismo estaliniano, -que es lo que estoy convencido tiene el Presidente en su agenda- argumentaba que el verdadero comunismo era el MAS. Desde luego, el MÁS abandonaría esa fuente ideológica y sus líderes renunciaron al debate absurdo y prefirieron un camino más pragmático, aunque una vuelta oportunista en 1998, llevo al MÁS a comulgar con lo que proponía el actual Presidente.

7. Entonces como es comunismo en lo económico?

Para ilustrar nuestros conceptos y darle algo de profundidad en la historia reciente, nos mantendremos preferiblemente en lo “económico” del comunismo, las derivaciones políticas o precondiciones políticas se conocen con cierta intensidad: no hay libertades, y gente vive sometida a una inclemente propaganda y manipulación de sus necesidades, el hombre alienado de sus cosas y de oportunidades para poseer activos rentables se convierte a la servidumbre como muy bien lo refirió Hayek en Camino a la Servidumbre. Para los jóvenes de ahora, y tengan la curiosidad científica en conocer los absurdos conceptuales de Marx, Engels y Lenin y otros durante muchas décadas, lean el Manifiesto Comunista, donde Marx/Engels  cuelgan su línea de acción política para lo económico: “de cada quien según su capacidad y a cada quien según su necesidad”, Marx nos estaba proponiendo las bases de una sociedad tipo primitiva. Todo socialismo “construido” desde entonces parte de ese supuesto marxista; así, las convocatorias públicas por parte del Presidente a leer el marxismo llevan esa dirección.

De allí, la violencia verbal y de muchas políticas públicas, contra la clase media (pitiyanki, apátrida y oligarca, etc.) es precisamente porque la clase media -en el capitalismo- es la que se constituye en un modelo de reproducción y distribución sobre la base no de sus necesidades, sino de su ingenio, inteligencia y medios heredados y el natural espíritu empresarial, para poder salir de la trampa de la necesidad que sustenta el credo socialista-comunista.

El sustento institucional de ese comportamiento económico está en la plena igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. En el socialismo/comunismo esto no existe, la Ley impuesta le niega el derecho de ejercer su ingenio e inteligencia y espíritu empresarial para crear la base de su riqueza en base a los derechos de propiedad.

Es muy sencillo teóricamente definir la diferencia entre el capitalismo el socialismo que nos ofrece el Presidente sin propiedad privada que sea apta para crear riqueza. El canto del Presidente contra los ricos lleva esa intención política. El socialismo bolivariano nos trae el mismo récipe, los salarios serán más o menos los mismos y están definidos por las necesidades y estas las estructura la nomenclatura o gobierno, La escasez y las cosas no son entonces casualidades históricas son consecuencias intencionadas y la pobreza su consecuencia no intencionada.

8. Pese a la derrota histórica, tendremos comunismo redivivo?

En el capitalismo ser rico es el horizonte de cualquiera y no hay restricción legal que lo impida. Si se revisan los indicadores de (des)igualdad y su evolución en Venezuela en estos diez anos, se podrá constatar que las desigualdades se han reducido, pero con un promedio salarial menor, es decir, igualar por debajo, a lo pobre es el récipe ideológico que con fervor religioso proclama el Presidente casi todos los domingos.

Le toco a F Hayek (un economista austriaco) en su célebre polémica con O Lange un comunista polaco, enterrar la discusión de una vez, solo que los comunistas no lo aceptaron, pero a partir de allí, en esa discusión quedo claro que el objetivo del comunismo y socialismo era la sociedad de la servidumbre (ver el libro de Hayek “Camino a la Servidumbre”; es decir, la de la pobreza crónica. Además esa polémica entre Lange y Hayek después de la II Guerra sirve para revisar que pasaría en los próximos 50 años entre comunismo y capitalismo. Todos saben los resultados.

Un régimen socio-económico en el cual los hombres son enajenados de la propiedad privada sobre activos rentables, y fundado un proceso donde su propiedad privada muestra valores y precios envilecidos, es decir, el germen del empobrecimiento estaría garantizado para los individuos sean los “sirvientes” del Estado. De esa manera, dependerían  absolutamente de las políticas redistributivas, el Estado dicta el orden y estructura de las necesidades de los individuos, este existe mediatizado, su presencia está limitada a la de un “pueblo”; no habrá así transacción de preferencias ni económicas -ni políticas-, no habrá mercado donde ofrecerlas, la pobreza es el resultado de un individuo que ha sido secuestrado por la autoridad de un líder en nombre de un ideario traído para empobrecerlo y dominarlo.

Y porque de un líder ?. Porque la sociedad no es accountable, no es controlable, no hay transacciones de intereses arbitradas neutralmente, la Ley es el Estado y generalmente tiene carácter punitivo, y los individuos no requieren expresarla libremente.

9. La propiedad privada y su explotación como delito: Restricción y Castigo

Es muy sencillo constatar que desde la Ley de Tierras hasta las últimas reformas del BCV, el sentido punitivo es inobjetable, cada sector económico tienen un mini código penal incorporado en la legislación que restringe el uso, usufructo y disponibilidad de la propiedad de esos activos, el Estado pena la libertad de elegir y tener activos en propiedad y de explotarlos libremente. Y como el poder público no está estructurado sobre la base de arbitraje que defienda al individuo de terceros y del propio Estado, el Estado lo conforman grupo de intereses políticos y desde luego crematísticos con abundante corrupción, con el poder político del partido de gobierno.

Así, en los hechos y en derechos existe un marco jurídico tejido de innumerables leyes, las que rigen el comportamiento económico, por ejemplo, que restringe y castiga la disposición de los derechos de propiedad  Durante los últimos 10 años, se nota de manera protuberante el carácter punitivo que tiene el comportamiento económico del individuo, leyes limitando y restringiendo la propiedad y una estructura punitiva que ha hecho del comportamiento económico en muchos casos situación de delito.

10. Destrucción de la propiedad privada, el desiderátum de la pobreza individual

En resumen podemos caracterizar algunos importantes cambios institucionales en estos años de revolución. El marco jurídico y legal de ese sistema destruye la propiedad privada y la manera de hacerlo ha sido por etapas. Así notamos un periodo institucionalizado por la AN como fábrica de Leyes donde los derechos de propiedad han sido limitados, restringidos y eliminados, y en una segunda etapa, aparentemente en curso el Estado vía el “líder” va tomando las propiedades al ritmo de decreto y reformas legales por mandato a la AN. Pese a contar con mecanismos discutidamente legales, se evidencia el impacto económico y social contra la propiedad privada, las expropiaciones van in crescendo, la revolución corre, teme ser atrapada por la historia en el muy corto plazo. Pero veamos algunos detalles esenciales en el actual proceso político-institucional.

Por ejemplo, y para comenzar vayamos al origen, la propiedad sobre la tierra, esta amigo lector tiene su Ley de Tierras para el agro donde la propiedad de la tierra esta enajenada bajo la figura de la carta agraria, documento público que administra solo la tenencia de la tierra sin disponer de la propiedad a través de un título transferible. Un  camino institucional legal pareciera atrapar también la propiedad inmobiliaria donde la disponibilidad de un bien en un título transferible en el mercado es un objetivo revolucionario. Las expropiaciones de tierras urbanas y proyectos urbanísticos van indiscutiblemente en esta dirección de la Ley de tierras de uso agropecuario.

De esta manera una ley similar para la propiedad inmobiliaria, que se nos adelanta como una Ley de Emergencia dirigida a envilecer la propiedad sobre la vivienda, con la excusa de la emergencia habitacional causado por las lluvias, pero potenciada por un gobierno inepto con objetivos extraviados por decálogos ideológicos prehistóricos, donde los precios y valores de esos activos están dispuestos para que sin mercado ni títulos de propiedad la venta y compra de esos activos no genere el plus valor requerido para que el individuo progrese se haga independiente y progrese. Es el fin indiscutible de la clase media, porque la tenencia de una propiedad inmobiliaria, como vivienda principal o como recurso de ahorro familiar entra en zona de riesgo institucional por debilidad del marco jurídico que la rige.

La otra propiedad privada, empresas, fabricas, activos que se reproducen y generan riqueza, vive un proceso de –en estos diez años– de envilecimiento en sus precios, y descapitalización administrado por la “revolución” en dos dimensiones, la violencia política envuelta en el discurso político de la burocracia estatal , en un proceso legislativo sesgado contra mercado y restrictivo de los derechos de propiedad, y en medidas de política económica y publicas que colocan al Estado –en manos de una burocracia que ya toma rostro de nomenclatura- en absoluta competencia desleal.

Es el caso de la industria agroalimentaria – que conformaba el conjunto de activos de alto rendimiento y extensión industrial con un amplio poder empleador en virtud de sus características tecnológicas y económicas, que ha venido siendo arruinada y descapitalizada por que la intervención del Estado que lo ha convertido en el mayor importador directo de insumos y alimentos y beneficiario de un mercado cambiario de naturaleza política con un sesgo descapitalizador del capital privado, y con acceso a divisas con un costos 50% menor que las divisas requeridas para la capitalización del sector privado del mismo sector.

La violencia institucionalizada y política del Estado ha ido hasta la expropiación de una buena cantidad de industrias de ese sector agroindustrial, manteniendo en jaque revolucionario a otras importantes empresas del sector, Polar, un conglomerado agroindustrial muy rentable que conforma un importante volumen de capital y progreso, y desde luego como en el mundo normal propiedad privada.

11. Cuanto ha avanzado el comunismo y cuanto perdido el capitalismo ?

El resumen económico y social de esos procesos políticos convertidos en legales por carencia de contrapesos institucionales en los poderes públicos, es de empobrecimiento, La revolución socialista o comunista, para los efectos lo mismo, solo se encuentra un diferencia solo de tipo semántico, contenida en un complejo proceso político y económico que va desde la violencia pura y simple, asalto y toma de tierras y empresas por grupos políticos abanderados por los iconos revolucionarios, leyes construidas para debilitar derechos de propiedad y descapitalizar el sector, y el proceso de descapitalización y expropiación en esas áreas ha inducido por ejemplo la reducción del ganado bovino en pie en un 50%, lo cual se expresa en el mercado con un incremento de las importaciones de carne para consumo humano hasta el 50%.

Los acuerdos económicos logrados por Venezuela con Argentina, Brasil, Uruguay, Nicaragua, Cuba, etc., crearon mecanismos y privilegios para un Estado importador y ha sido utilizado para descapitalizar al sector agroindustrial. Las importaciones de esos países en su mayor grado son efectuadas y dirigidas por el Estado con privilegios comerciales que para su disposición ha venido construyendo una red de distribución de alimentos adquiridos por todos los medios del sector privado. Así el Estado produce, importa, y distribuye al mayor y detal una buena porción de los alimentos e insumos para consumo humano.

La descapitalización, inducida por la legislación que construye el socialismo o comunismo, corree a velocidad en otros sectores de la economía, sobre todos en aquellos conectados en economías de redes con las corporaciones mineras y petroleras. La primera fase de ese proceso de socialismo, o comunismo, es la estatificación de las empresas que produce y procesas materias primas.

El entramado legal elaborado después de la Constitución del 2000 impuso el monopolio estatal sobre uno de los sectores más rentables de la economía venezolana, un país minero por excelencia. Las leyes que rigen esos negocios estatales se diseñaron para enajenar miles de empresas de venezolanos y extranjeros cuyas propiedades han sido expropiadas y estatificadas; en ese sentido, el Estado (o el fisco, para revolución esta diferencia no es visible institucionalmente hablando) muestra una voluminosa deuda de tipo contingente y en curso una buena cantidad de procesos judiciales en medio de una crisis fiscal –endógena del socialismo- que descubre un gobierno que no dispone de fondos fiscales para honrar esos compromisos.

Una buena cantidad de empresas en red económica con CVG y PDVSA han desaparecido, por descapitalización y por el apartheid económico impuesto sobre empresas en propiedad de venezolanos. Un buen grupo de empresas en esas áreas han migrado a países de la región, Colombia y otros países en América Central han sido estimuladas por esos gobiernos p asentar sus capitales y sus recursos gerenciales en esos países. Un verdadero éxodo de empresas medias, clase media empresarial, profesionales de alto valor y capital humano, familias enteras, y desde luego capital y ahorros han migrado junto a esas corporaciones económicas.

El impacto socioeconómico ha sido en extremo negativo, y se puede leer en las estadísticas de empleo, donde la estructura de empleos ha sido reestructurada en favor de empleos sin calificación alguna, el socialismo ha venido exportando empleo calificado y de alta gerencia y expandido empleos que no requieren calificación alguna en servicios, y expandido la buhonería más allá de los limites históricos mostrados por Venezuela en 50 años de desarticulada evolución socioeconómica.

Desde el año 2000 cuando se refrendó la constitución, todo el andamiaje legal de más de 600 leyes aprobadas en la AN van progresivamente restringiendo los derechos de propiedad, pero es la sentencia de la Corte Constitucional del TSJ, la conocida sentencia sobre los créditos indexados, los jurisconsultos dejan claramente expresado el estado socialista de derechos, las reglas del comunismo.

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