Dentro de la metodología y la regulación establecida para la Ley de Costos y Precios Justos «estamos mejorando las condiciones de pequeños y medianos productores y comerciantes, porque tienen la posibilidad de ofrecer sus productos en cumplimiento con el instrumento y, a su vez, con un margen de utilidad para esos rubros», puntualizó la superintendente nacional de Precios y Costos Justos, Karlín Granadillo.
Recalcó que la normativa fue el resultado de un estudio exhaustivo de la información que, sobre estructuras de costos, aportaron 16.000 empresas relacionadas con los rubros que pasan a regulación, en la búsqueda de un equilibrio y estabilidad económica en el país, de lo cual no sólo se beneficiará el pueblo, sino el sector productivo.
La ley, que entrará en vigencia el primero de abril próximo, regula los precios de 19 rubros compuestos por productos de higiene personal, hogar, jugos pasteurizados, compotas y agua mineral envasada.
«No es una ley contra algunos o a favor de otros, sino en contra de la especulación , el abuso y la distribución no equitativa», subrayó y apuntó que los precios para estos rubros fueron establecidos en 29 categorías según los tres principales eslabones de la cadena: productores, importadores, mayoristas y al detal.
Refirió que en un principio priorizaron sectores que tienen gran peso en el ingreso familiar y que agrupan productos que venían experimentando aumentos de precio en más de 400% de diciembre de 2007 a la actualidad.
Señaló que comenzaron con un levantamiento de información en todos los organismos públicos que tienen data sobre las empresas y los artículos en cuestión, como el Banco Central de Venezuela (BCV), Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) y el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Mencionó que determinaron unos gastos que los grupos trasladaban como costos en la estructura de precios, cuando son compromisos que debe asumir el sector productivo con el Estado, como el Impuesto sobre la Renta o el aporte al Seguro Social.
Por otra lado, verificaron la normalidad del proceso de asignación de divisas por parte de Cadivi para la importación de estos rubros.
Karlin Granadillo destacó también que la superintendencia avanzará en su trabajo con otros sectores como el de medicamentos, insumos para la construcción y repuestos para vehículos, cuyos precios crecen aceleradamente de manera desproporcional con respecto a las variables económicas del país.
Fuente: AVN
