VIVA CHILE…… MIERDA!!!

Esta expresión, pronunciada por el presidente Sebastián Piñera en el momento del rescate del último minero, causó asombro en los más 1.000 millones de televidentes que siguieron minuto a minuto el feliz desenlace. El columnista Alvonlil nos relata el origen de este  histórico grito chileno.

por Alvonlil

No le salió bien a Sebastián Piñera. La vieja expresión que nació en ese mismo Atacama de la Guerra del Pacífico y que después se convirtiera en canción y verso con fondo musical, refleja la respuesta rebelde e inquebrantable de un pueblo que no se ha doblegado jamás frente a tanta adversidad y que con sacrificio, tesón, trabajo, temple, orgullo, amor propio, siempre se ha sobrepuesto y ha sabido salir adelante. La frase empieza como con dolor y termina la última palabra con un grito de furia, como descargando una ira contenida que estalla en una expresión fuerte, como el segundo minero que en vez de venir desfalleciente después de 70 días en las entrañas de la tierra, saltó de la cápsula con energía, brincando y azuzando a la barra para lanzar con fuerza su grito de guerra. Le faltó histrionismo al Presidente, lo cual no le resta mérito al significado que le quiso dar y que quizás el resto del mundo no entendió en su integridad.

Muchas son las lecturas de este evento universal con un final feliz, que seguramente el cine se encargará de ir mostrando al desnudar los 33 mundos que se vieron involucrados en él. Pero lo sociológico, lo sicológico, lo político, lo filosófico, lo tecnológico y lo económico, entre otros planos, lo va a incluir como referencia obligada en los tiempos que se avecinan, marcando un antes y un después de esta verdadera odisea.

Sociológicamente quizás lo más visible es que gracias a los avances de las comunicaciones, realmente estamos viviendo en una “aldea global”: todo el mundo se enteró y vibró con el acontecer de los mineros durante más de 70 días. Lo demuestran personajes tan disímiles como el Papa, Steve Jobs, Bill Gates, Jim Carey, Juanes o Hugh Heffner, entre otros, todos aportando algo a favor de esta noble causa. Y parece que definitivamente predomina el bien sobre el mal porque absolutamente todos entregaron una energía universal para llegar a ese final feliz. A partir de ahora el mundo estará más pendiente de los accidentes mineros y las autoridades se sentirán obligadas a emular a los chilenos en la solución de los mismos.

La mayor preocupación sicológica estaba por supuesto en la situación mental individual de los mineros, sobre todo en los primeros 17 días en que no tuvieron contacto con el resto del mundo. Cualquiera pudo ser presa de la locura y hacer cualquier cosa al pensar que la muerte era su mayor probabilidad. Los expertos tendrán que estudiar cuales fueron las claves del éxito de su líder para mantener la calma durante esos días críticos. A partir del día 18 las autoridades aportaron de manera constante apoyo sicológico y existía gran preocupación por lo que pudiera suceder después de su rescate. Sin embargo, parece que la fortaleza síquica de los mineros era superior a lo que se pensaba, toda vez que su comportamiento ha sido de la mayor normalidad. Pero también queda la sicología de masas y la de millones de individuos en todo el mundo que al ponerse en el lugar de los mineros pudieron repensar su propia existencia y en mayor o menor medida verse influenciados para valorizar su propio entorno y su papel en la vida.

El plano político es demasiado extenso para la pretensión de esta cuartilla. Hay lecciones para todo el mundo. Se desmitificaron viejas creencias, como la de aquellos que después de 2 siglos todavía siguen pensando en términos de quienes se sentaron a la derecha o a la izquierda durante la revolución francesa, de que los derechistas son inhumanos y no tienen corazón. El gobierno chileno, que supuestamente se habría sentado a la derecha en la revolución de las guillotinas, demostró ser más humano y tener mucho más corazón que otros gobiernos que se habrían sentado a la izquierda de esa revolución. Baste ver las críticas que han renacido en México por una catástrofe similar donde perdieron la vida 65 mineros en Pasta de Conchos y las de Rusia, donde no se quería informar del accidente de un submarino nuclear donde murieron 118 tripulantes, para no arriesgar secretos militares. El gobierno de Chile no escatimó ningún esfuerzo para el rescate y todo el tren ejecutivo estuvo pendiente de tomar las mejores decisiones hasta que hubo salido el último rescatista del fondo de la mina. Se pidió y se aceptó la ayuda de todo el mundo: de la NASA, de Noruega, de Canadá, de Egipto, de Italia y hasta el valioso aporte de un Ingeniero Venezolano de nombre Orlando Morales, que fue gerente de PDVSA ANACO y que fue despedido con motivo del paro de 2002 (NR: este último hecho no confirmado). El Presidente se abrazó con todos los mineros y se comprometió frente a frente con ellos para mejorar sus condiciones de trabajo y que esto no se vuelva a repetir. Valga decir que si en este caso hubo alguna responsabilidad de parte de las autoridades, esta corresponde a las del gobierno de Michelle Bachelet, que en 2.008 autorizaron la reapertura de la mina. Es una herencia nefasta que si se hubiera dado en otro país con gobierno politiquero, habría sido motivo de gran escándalo para culpar a la otra tolda política. Sin embargo Piñera nunca hizo eso. Pudo haberse excusado diciendo que no fue su gobierno el que autorizó el funcionamiento de la mina. Proactivamente él solo miró hacia adelante y habló de corregir las normativas y la fiscalización y no solo en la minería, sino también en la construcción, la pesca y otras actividades riesgosas. Otro hecho que ennoblece al Presidente Piñera y que puede resultar curioso en otras seudo-democracias latinoamericanas, es el haber dado públicamente las gracias a la senadora Isabel Allende, hija del Presidente Allende y a otros congresistas de la oposición, por haberlo apoyado en todo el proceso de rescate de los mineros. Beau Geste que debiera ser imitado por otros gobernantes que se declaran enemigos de sus propios paisanos por el solo hecho de pensar diferente. Paralelamente es muy importante de destacar el mensaje de UNIDAD del Presidente, que siempre lo destacó como un valor fundamental de su gobierno. En esos momentos Piñera no tuvo oposición: todo Chile estaba con él en función de un propósito mayor, que era salvar a los mineros. Y este es un logro mayor de todo gobernante: GOBERNAR PARA TODOS, sin exclusión de ninguna especie. También cabe destacar la apertura y transparencia en todo este proceso. Asistieron más de 1.700 periodistas de todo el orbe y no se discriminó a ninguno: todos tuvieron acceso a la información oficial diaria y por supuesto a la etapa final. Otro ejemplo para repensar de parte de algunos gobiernos que solo permiten la asistencia de periodistas de medios que le son afines y los demás que se conformen con la versión oficial.

Filosóficamente el tema se puede analizar desde la República de Platón hasta nuestros días. Si lo justo es que cada cual haga lo que le corresponde, aquí todos hicieron su papel de maravillas. Si el Contrato Social de los mineros no se corresponde con el bienestar general, hay que modificarlo de modo que los proteja en la mayor medida dentro de una actividad de suyo extremadamente peligrosa. Esto es un Imperativo Categórico: los tiempos han cambiado y hoy en día la tecnología permite que esos riesgos se minimicen. No es descartable que alguno de los mineros deje esa actividad y dedique su vida a cosas más altruistas, como ha sucedido con algunos de los jugadores de rugby uruguayos que curiosamente cayeron en la Cordillera de los Andes el mismo día en que ellos salían de las entrañas de la tierra, pero de 1972.

Lo tecnológico mostró que en el siglo 21 todo es diferente: el solo hecho que en el mundo entero la gente pudiera ver a los mineros en directo en el lugar donde estaban atrapados, puso de relieve que con la tecnología actual la realidad es más impresionante que el cine. El blue tooth, los escáner, los aparatos biométricos, las comunicaciones, entre otros, demostraron que la tecnología bien utilizada es una tecnología para la vida. El hecho de que unos músicos españoles compusieran una canción para uno de los mineros atrapados, la entregaran a CNN y le llegara a su destinatario a los pocos minutos demuestra que las distancias y fronteras son cada vez cosas muy efímeras. De igual manera que los planos de la Fénix hubieran venido de Noruega, el acero de USA y se hubiera ensamblado en Chile, demuestra que el planeta se está quedando chiquito.  Por lo mismo, quedó demostrado que los avances tecnológicos no son patrimonio exclusivo de los países desarrollados. Chile aún no alcanza ese nivel (las autoridades esperan llegar a él en 2015) pero utilizó todo el estado del arte en favor de esta causa. Si esto hubiera sucedido en una mina británica, no podrían haberlo hecho mejor.

Por el lado económico también se verán muchas facetas. Hay una gran pérdida que no podrá absorber la compañía minera que ya declaró su quiebra. La operación tuvo un costo que superó los US$ 10 millones y que seguramente tendrá que absorber el estado chileno en su mayor parte. Los trabajadores tendrán que demandar lo que les corresponde y el síndico de quiebras tendrá que rematar los activos de la empresa para prorratear esos recursos entre todos los demandantes. Pero también el país ha derrochado una buena imagen ante el mundo que ha quedado admirado por su organización, disciplina, eficiencia, eficacia, motivación, ética y moral ante los desafíos. Y ello no pasará desapercibido frente a los inversionistas extranjeros que buscan esos valores para desarrollar sus empresas.

El evento marcará un hito en la historia de la humanidad y de ello se hablará durante muchos años. En Chile seguirán sucediendo desgracias: terremotos, maremotos, inundaciones, sequías, derrumbes mineros, pero siempre al final oiremos con orgullo el grito de

VIVA CHILE………  MIERDA!!!

Un comentario

  1. Fantástico relato. Viví el rescate desde Caracas por el canal chileno que se veía en el cable. A los dos días del rescate llegué a Chile (donde vivo desde hace poco más de tres años) y se sentí el orgullo contagioso de la gente por un rescate perfecto.

    Otro dato curioso, el día a los pocos minutos que apareció el mensaje de «estamos bien los 33» fue más de una la gigantografía que se colgó en las fachadas de tiendas y edificios.

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