Por Raúl Ochoa Cuenca
En dos oportunidades, he escrito sobre una característica de nosotros como pueblo: el de la memoria corta. Es por lo que en el día de hoy me permitiré, insistir sobre un trabajo cuyo sujeto ha sido desarrollado en otras oportunidades: el proceso de destrucción de la nación no se detiene, dicho coloquialmente, el país se nos cae a pedazos.
Independientemente del relajamiento de las llamadas sanciones por parte, esencialmente de los Estados Unidos de América, esos probables surplus financieros, originados en el relajamiento de las sanciones deberían, ese ha sido el argumento esgrimido por el gobierno de Maduro y Rodriguez, significar un visible mejoramiento de las condiciones de vida de los venezolanos. Esto no ha sido así. Los salarios no fueron aumentados, solo han continuado con el sórdido juego de los bonos de guerra. Y con respecto a la pregunta era ¿cuál guerra ? Sabemos perfectamente que no tiene respuesta, porque simplemente no hay guerra contra un enemigo externo. Hay una guerra no declarada pero de facto, de un grupo grande de malhechores disfrazados de estadistas y de militares de alto rango, contra un pueblo inerme e indefenso.
Las sanciones siguen siendo una alternativa como medida de presión para mejorar las condiciones electorales en Venezuela de parte, no solo de los Estados Unidos, también de la mayoría de los países industrializados, a excepción del mal ejemplo dado en los últimos cinco años con su política permisiva y alcahuete del gobernante partido socialista español. Hecho este no casual, dado a la vergonzosa y estrecha relación laboral de Nicolas Maduro con el ex presidente del gobierno español Sr Jose Luis Rodriguez Zapatero, mentor del actual presidente de España, el Sr Pedro Sanchez. Al Sr Rodriguez Zapatero, en el mundo Internacional se le conoce como el canciller en las sombras del gobierno de Nicolas Maduro, quien no esconde, obviamente, su influencia sobre el gobierno de Pedro Sanchez y su estrechos vinculos de amistad con el Sr Joseph Borrell, comisario para las relaciones exteriores de la Unión Europea.
Así, indignante fue ver, reconozco que con asombro e incredulidad, que en plena crisis creada por la decisión del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela de negar ilegalmente por inconstitucional, su derecho inalienable de presentarse como candidata a la elección para elegir el presidente de la República de Venezuela a la Señora Maria Corina Machado, quien fue votada por el 94% del electorado en las elecciones primarias de una coalición de partidos de oposición democrática el pasado mes de octubre, tanto en Venezuela como en 32 países y que paralelamente, a la espuria decisión judicial, se operó el secuestro de tres dirigentes de la agrupación política “Vente”, fundada y dirigida por de la candidata Machado y quienes hasta el dia de hoy 4 de febrero, aún permanecen bajo secuestro y sin saber sus familias el lugar de reclusión y las condiciones físicas en que se encuentran, que el gobierno español le plantee a la comisión ejecutiva de la Unión Europea, sin ninguna vergüenza, el levantamiento de las sanciones al régimen venezolano. Es un hecho inconcebible y que nos transmite la triste influencia que han tenido los dineros del socialismo del siglo XXI en las estructuras políticas de los partidos de la llamada izquierda socialista democrática española.
Medidas estas, las sanciones que en Europa en su gran mayoría, están dirigidas a detener las transacciones financieras de personas que utilizan los instrumentos de la República de Venezuela, así como los sistemas financieros internacionales para continuar, sin el menor parpadeo, sus groseros enriquecimientos, irregularidad está que para analistas de gobiernos y de finanzas internacionales, el detectarlos es una ardua tarea, debido a las mil millonarias transacciones.
Aun así, con el relajamiento de las sanciones sobre el petróleo y el gas, los salarios del pueblo venezolano siguen siendo los más pobres del mundo. 5 dólares mensuales. Por lo que el hambre real no cesa de aumentar, observando con angustia el futuro de una nación donde los jóvenes consumen un 70 % menos de las necesarias proteínas para su desarrollo tanto físico como intelectual, que sus pares de otros países latinoamericanos. Muy a mi pesar no me queda de otra que señalar que nuestros jóvenes serán en un par de lustros más pequeños de estatura y los menos aprovechados del sistema educativo de latinoamérica latinoamericano.
En relación a la primera versión de este trabajo (diciembre del 2021) pretendo evidenciar que en estos años no ha cambiado la relación entre el secuestrador y el secuestrado. Un cambio solo se ha operado y es en los indicativos de pobreza y de hambre extrema, los cuales han aumentado. Deseo retomarlo porque me alarma que lo allí planteado, en cerca de tres años no ha cambiado absolutamente nada.
El número de pobres en 2021 llegó a 65,2%, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida de la Universidad Católica Andrés Bello (Encovi) Según otras fuentes consultadas www.es.statista.com en 2021, aproximadamente 3 de cada 4 venezolanos se encontraban en situación de pobreza extrema. A partir de la crisis de inflación y escasez, Venezuela registró un aumento en la población en estado de pobreza extrema desde 2014. Pasando del 25,2% en ese último año a 76,6% en 2021. Por último podemos decir que según un estudio, Índice de la miseria realizado por investigadores sociales que tienen como fuente científica la ley de Okun, los indicadores de inflación, pobreza y empleo, estos datos proyectan a Venezuela como la segunda economía «más miserable» del mundo en 2023 con 164 puntos. Según organizaciones internacionales y algunas ONG estos índices no obstante el maquillaje al cual someten las autoridades venezolanas no ha cambiado.
Desde 1999 hasta el día de hoy, Chavez primero y Maduro después, de la mano con un grupo de apátridas y con la complicidad del ejército y debo, por obligación ético moral decirlo, con el apoyo de pseudos dirigentes de oposición, continúan en la ejecución de este magno delito.
Hoy tenemos una esperanza, tenemos la posibilidad de encontrar una luz en este tortuoso camino. Insisto que depende de nosotros principalmente. Esa luz y esa esperanza hoy y por primera vez en muchos años tiene nombre y apellido: Se llama Maria Corina Machado. Y como en un cartel publicitario: cualquier ayuda será bienvenida.