Por Eduardo Martínez
La devaluación del bolívar es tan brutal, que se ha hecho inminente una corrección de ceros. Eso que han llamado “reconversión monetaria”, y por lo visto, de efectos momentáneos como ha ocurrido con las reconversiones anteriores.
Estamos en presencia de un maquillaje numérico. Se van a quitar ceros al bolívar, con lo que en vez de comprarse un dólar por 3 millones doscientos cuarenta mil bolívares, ese dólar pasará a costar 3 bolívares nuevos (le pondrán cualquier calificativo) con 24 céntimos, también nuevos.
Costará lo mismo, pero dará la sensación de costar menos. No es lo mismo pagar tres millones que tres bolívares.
Sin embargo, se deberán imprimir nuevos billetes, y acuñar nuevas monedas que correspondan a la eliminación de 6 ceros.
Hasta el momento, se han realizado dos reconversiones. En la primera, se quitaron tres ceros. En la segunda, se quitaron cinco ceros. Con esta nueva, de seis ceros, se sumarán en total una eliminación en línea de 14 ceros.
Este truco de prestidigitación, más propia de magos que de economistas, desaparecerá ante nuestros ojos 6 ceros.
¿Qué es la prestidigitación?. Como dicen los diccionarios es “el conjunto de trucos y habilidades con los que se hacen juegos de manos y cosas sorprendentes y extraordinarias como hacer aparecer y desaparecer objetos y personas, descubrir cosas ocultas, etc”.
La momentaneidad de la medida está a la vista. Los ceros siempre aparecen de nuevo.
Estamos en presencia de una medida cosmética que no tiende a corregir las causas de las dos variables que fabrican los ceros: la inflación y la devaluación.