La crisis económica y financiera de Portugal encendió todas las luces de alarma. En vísperas de la decisión de la Comisión Europea de lanzar un plan de rescate financiero, los títulos lusos con vencimiento a dos años se ubicaron en 12,07% en el mercado secundario, diez veces más de lo que pagan los bonos similares emitidos por Alemania.
Toda la oferta de bonos portugueses se encareció con la crisis. Los bonos a 5 años, pagan el 11,93%; los títulos a 10 años, 9,69%. Los intereses más altos desde la entrada de Portugal a la región del euro en 1999.
A finales de marzo, Moody’s había degradado la calificación de deuda de Portugal. Los bancos degradados fueron la estatal Caixa Geral de Depósitos y los bancos privados Banco Santander Totta, Banco Espirito Santo, Banco Portugués do Investimento y Banco Comercial Portugués.
El plan de rescate ha tropezado con muchos inconvenientes. Las autoridades comunitarias europeas se vieron en la necesidad de discutir el plan de ajuste y reformas con todas las fuerzas políticas portuguesas. Esto con el fin de que Portugal pueda recibir asistencia financiera en tres años por 78 mil millones de euros.
El acuerdo, que no es popular en Portugal, obliga a recortes de las prestaciones sociales, el endurecimiento de los derechos laborales, y obligará al país a bajar su déficit fiscal a 5,9 % del PIB en 2011, en el 4,5 % en 2012 y el 3 % en 2013.
Este plan, aunque sea aceptado por los políticos portugueses, deberá enfrentar otros obstáculos: el programa de rescate deberá ser aprobado por los ministros de Finanzas europeos, donde probablemente Finlandia se opondrá. La reunión de los ministros está prevista realizarse en Bruselas la próxima semana.
La crisis portuguesa es de tal magnitud que el gobierno sólo tiene para pagar sus gastos hasta el mes de junio. Por ello la presión es grande, ya que debería lograrse el acuerdo con los demás países de la zona euro antes que finalice el mes de mayo. Para el 5 de junio, están convocadas elecciones generales en Portugal. Incapaza de resolver la crisis financiera, el gobierno portugues debió renunciar y convocar nuevas elecciones.
Fuente: Redacción
Al borde yo no diría… ya esta! y será dificil el camino…