El Papa Francisco dijo este sábado que ni el poder ni el dinero pueden estar por encima de la dignidad humana y afirmó que “no hay peor pobreza material que no poder ganarse el pan y ser privado de la dignidad del trabajo”.
Según informó Radio Vaticano, el Santo Padre habló en Roma a los participantes en el Encuentro internacional de la Fundación Centesimus Annus Pro Pontífice, instituida hace 20 años por Juan Pablo II y que lleva el nombre de la Encíclica que este Papa firmó en el centenario de la Rerum Novarum.
“El desempleo, la falta y la pérdida del trabajo, es un fenómeno que se está extendiendo en amplias zonas de Occidente y que está propagando de forma preocupante los límites de la pobreza“, dijo el Papa argentino, quien recalcó que hoy es más urgente que nunca difundir y destacar la doctrina social de la Iglesia, “cuyo valor fundamental es la solidaridad”.
El Sumo Pontífice señaló que la actual crisis del mundo no es sólo económica y financiera sino también ética y antropológica porque “se sigue olvidando que por encima de la lógica de los negocios, de la lógica y de los parámetros del mercado, está el ser humano“.
Además, en una homilía difundida por Radio Vaticano, el Papa Francisco dijo que la Iglesia debe abrir sus puertas y no actuar como “aduana” ni “controladora de la fe”, y citó el caso específico de un cura que rehusó bautizar al hijo de una madre soltera.
«Esta mujer tuvo la valentía de proseguir su embarazo—dijo–¿Y qué es lo que encuentra: una puerta cerrada».
Ya en 2012, cuando era arzobispo de Buenos Aires, el entonces cardenal Jorge Bergoglio había calificado de “hipócritas” a los curas que se negaban a oficiar el bautismo a niños nacidos fuera del matrimonio.
El Sumo Pontífice señaló que la actual crisis del mundo no es sólo económica y financiera sino también ética y antropológica porque “se sigue olvidando que por encima de la lógica de los negocios, de la lógica y de los parámetros del mercado, está el ser humano“.
Además, en una homilía difundida por Radio Vaticano, el Papa Francisco dijo que la Iglesia debe abrir sus puertas y no actuar como “aduana” ni “controladora de la fe”, y citó el caso específico de un cura que rehusó bautizar al hijo de una madre soltera.
«Esta mujer tuvo la valentía de proseguir su embarazo—dijo–¿Y qué es lo que encuentra: una puerta cerrada».
Ya en 2012, cuando era arzobispo de Buenos Aires, el entonces cardenal Jorge Bergoglio había calificado de “hipócritas” a los curas que se negaban a oficiar el bautismo a niños nacidos fuera del matrimonio.
Fuente: VOA