Sigue a Oposición 1 y 2. ¿Por qué? Porque es tiempo, hora, de tratar el tema profusamente, pluralmente, en la búsqueda de los mínimos consensos que hagan posible el acceso de la Oposición al Gobierno.
Con la promulgación de una nueva constitución (1999) y de la manera como se hizo, comienza un nuevo tiempo, a mi juicio, para la política venezolana. Pero hay que construir ese “nuevo tiempo”. Hay que construir esa nueva perspectiva.
La nueva política trae su “fardo”, su “vieja política” con sus “políticos”, sus vicios, sus modos operandi, que le fueron propios y sus “nuevos políticos”, noveles, sin experiencia, sin preparación para los cargos, muchos de ellos, pero eso si, con mucha arrogancia, pedantería y bastante “acultura”.
El sistema venezolano de partidos está en pleno cambio como producto de la corrupción, deslealtades, carencia de un sistema de premios y castigos, impunidad, etc., etc.; cambio del propio sistema político nacional; cambio del sistema político internacional y la influencia indiscutible de la globalización económica y del desarrollo de las comunicaciones, en general.
Desdichadamente aquí no apareció ningún proceso parecido al de “manos limpias”, tampoco un líder moralizador, ni tampoco una institución o grupo de interés, también, moralizante.
¿Quiénes son los responsables del presente caos? ¿Quiénes no hicieron o no cumplieron con sus obligaciones y con su trabajo? ¿Dónde están? Muchos culpables, están bien, gozan de buena salud y disfrutan del botín, aquí, en el país, y fuera de él. Y aún no pasa nada.
Pero se le cargó la culpa a la Constitución, a las Leyes, a los Reglamentos, a los Códigos, a las Directrices, etc., nada a los “actores”, pues no aparecen por ninguna parte y no hay “quien” los identifique, menos, quien los “juzgue”.
Algunos científicos sociales apuntan, mas o menos, los siguiente: los actores políticos inician toda renovación y regeneración de un sistema político siempre y cuando sean ellos mismos quienes lo comiencen en si mismos.
La Oposición Política es parte consustancial de la Democracia Política. Todo Gobierno Democrático admite y convive con la Oposición Política. Es el derecho al desacuerdo, es el uso y goce de derechos políticos individuales y colectivos. Es el derecho a las garantías suficientes para ejercer la Oposición y ser Gobierno. Democracia es alternabilidad en el Gobierno.
Cuando aparece una crisis en el gobierno democrático también hay crisis en la oposición. Cuando hay ingobernabilidad en un país, la hay en su oposición.
Los medios de comunicación juegan un papel importante en la recuperación de la moralidad pública y en la seguridad en cuanto a la renovación de la Democracia y la seguridad de la Oposición a ser Gobierno y un Buen Gobierno.-