El coordinador de la Comisión Agroalimentaria de la Mesa de la Unidad, Rodrigo Agudo consideró que la escasez de alimentos, que desde hace tres semanas es visible en los anaqueles de todo el país, es consecuencia de la incapacidad gerencial del gobierno nacional.
Apuntó que existe una causa común entre las fallas de distribución y producción de harina de maíz, leche, azúcar, café y medicinas, que es la falta de divisas para la materia extranjera necesaria para la producción de estos rubros.
“Los venezolanos no podemos permitir que el Gobierno nacional nos responsabilice por las fallas en el abastecimiento de productos básicos. Son ellos los responsables, por su improvisación e irresponsabilidad en materia económica y agroalimentaria”, dijo.
En este sentido, el coordinador de la comisión agroalimentaria de la MUD sentenció que esta crisis estalló como reacción anunciada de la asfixia del aparato productivo nacional, que tiene catorce años batallando en contra de la inseguridad jurídica, la falta de divisas, las expropiaciones y el hostigamiento por razones políticas.
Asimismo, afirmó que –a su juicio– los representantes del gobierno nacional han superpuesto sus funciones políticas ante su responsabilidad de servidor público, y esto representaría otra de las razones que generó el marcado desabastecimiento del cual han sido víctimas los venezolanos en las pasadas semanas.
Agudo concluyó exigiéndole al Gobierno nacional que responda por las 1350 toneladas de comidas que afirman que tiene en resguardo. “Dónde está esa comida, por qué no la sacan para mediar la crisis que ellos mismos han generando”, cuestionó con suspicacia.
A continuación, documento completo de la Mesa de la Unidad Democrática:
El gobierno es el único responsable por la escasez de alimentos básicos para la alimentación del venezolano.
Culpable por acción y por omisión
(29 de enero de 2013)
Desde la Comisión Técnica Agroalimentaria de la Mesa de la Unidad Democrática señalamos que el único responsable de la actual situación de escasez o limitada oferta de alimentos, por acción y omisión, es el Ejecutivo Nacional y que la llamada Misión AgroVenezuela, solo ha servido para generar la pérdida de Soberanía Agroalimentaria, cuyo único perjudicado en el tiempo, será la población venezolana.
Señalamos en primera instancia, que la responsabilidad del gobierno es por acción, cuanto que la política de invasiones de tierras, confiscación de unidades productivas y expropiaciones tanto de fincas en producción como centros fabriles de transformación, solo han conducido a una merma en la capacidad de producción alimentaria del país. Pérdida de la capacidad productiva que se evidencia en empresas que han dejado la actividad, las que han pasado bajo la administración forzosa y/o propiedad del estado han bajado sus niveles de productividad y eficiencia, tal como lo reconoce el mismo Ministro de Agriculturas y Tierras Juan Carlos Loyo, cuando en días pasados señala que los nueve (9) centrales expropiados y/o confiscado, hoy en manos del estado solo producen el 32% del azúcar procesado a nivel nacional, cuando los seis (6) centrales en manos del sector privado producen el 68% de la azúcar nacional; y por último, las empresas que todavía quedan en manos del sector privado, a causa de la incertidumbre y la falta de seguridad jurídica y personal sus propietarios, no han realizado inversiones para aumentar la capacidad productiva y/o reposición de bienes de capital, presentando en la actualidad limitada capacidad instalada y/u obsolescencia tecnológica.
Lo anteriormente descrito ha dado como resultado que la producción nacional ha caído en la última década en un 25% en términos de volumen neto de cosecha, representando esta caída una pérdida de más del 50% en los valores per cápita de abastecimiento nacional, pasando de una dependencia alimentaria de importaciones per cápita de alimentos básicos en la dieta del venezolano del 39% a finales de la década de los 90 a una dependencia alimentaria de importaciones per cápita, del 60% para el año 2012.
Es el caso que rubros como el café, maíz blanco, productos de la pesca, arroz y cárnicos, entre otros, donde Venezuela cuenta con ventajas competitivas y se lograba un autoabastecimiento, hoy es necesario una importación equivalente al 62%, 45%, 45%, 38% y 35% respectivamente de su consumo, para poder satisfacer la demanda interna.
Otros rubros, como maíz amarillo/sorgo para la manufactura de alimentos balanceados para animales (ABA), azúcar, y lácteos, en los cuales el país es deficitario y se necesitaba de importaciones a los fines de cubrir el déficit de producción interna, hoy los niveles de importación se han duplicado, dependiendo en un 92%, 55% y 50% respectivamente de insumos importados para cubrir la demanda interna.
A lo anteriormente señalado, que ha significado un daño estructural al esquema productivo nacional, generando desempleo y desolación en el campo venezolano, se le suma la falta de previsión e improvisación en la planificación y gerencia pública interna, razón por la cual por omisión, el país en los últimos meses ha venido sufriendo un déficit en la disponibilidad de divisas para poder cubrir el volumen de importaciones que hoy debe atender el país, para así garantizar el pleno abastecimiento alimentario nacional.
Ya desde el último trimestre del 2012, la queja de los agentes económicos ha sido constante reclamando la necesidad de disponer las divisas necesarias para poder atender las importaciones que demandan el país. Esta situación, es en términos reales, la verdadera razón que ha venido causando la ruptura de inventarios y suministro de materias primas e insumos industriales para poder atender la demanda alimentaria de los últimos 60 días, de ahí el fenómeno de escasez que se viene observando en los anaqueles nacionales. Escasez que desborda lo netamente alimentario, alcanzando otros sectores de la economía nacional, como por ejemplo, el farmacéutico y de repuestos para el funcionamiento de los bienes de capital.
Resulta ser risible que el Ejecutivo Nacional, por medio de la Ministra de Comercio, Edmée Betancourt hable y trate de demostrar, como una acción de eficiencia pública, el haber confiscado un volumen de mercancía cercana a las 19 millones de kg, luego de dos semanas de fiscalización intensiva, allanamientos retención de mercancía y “visita a 3.000 establecimientos,… 518 ventas supervisadas, 225 multas y 161 cierres”; cuando ese volumen solo representa ½ día del abastecimiento alimentario, por cuanto el país hoy, consume alrededor de 33 millones de kg diarios de alimentos.
Pero más grave resulta ser la evasión de responsabilidad por parte del Ejecutivo Nacional en la situación que hoy vive el país, cuando por medio de declaraciones dadas por el titular del despacho de Alimentación, General Carlos Osorio, confiesa públicamente tener inventarios que sobrepasan los 1.400 millones de kg de alimentos y/o insumos, especialmente en los rubros que hoy presentan dificultad para ser adquiridos por la población nacional, a saber: Leche en Polvo, maíz blanco (harina precocida), azúcar y arroz. Volumen que representa, al menos 90 días de abastecimiento en esos rubros nombrados.
Entonces, nos preguntamos PORQUE LA ESCASEZ?. Quien es el VERDADERO RESPONSABLE?
Hacemos un llamado al Ejecutivo Nacional para que asuma su responsabilidad y en vez de estar buscando culpables donde no existen, agrediendo y atropellando al sector productivo y comercial con la única intensión de desviar la atención ante las graves fallas de coordinación y respuesta oportuna que debió dar como ente público, para así garantizar las importaciones necesarias para cubrir el déficit alimentario del país, coordine con los agentes económicos del sector, sin amenazas y chantajes, las medidas necesarias para solventar la actual crisis de abastecimiento alimentario, a los fines de restablecer la normalidad y tranquilidad que necesita la población nacional.
Dada la experiencia que hemos y estamos viviendo, oportuna es la ocasión para llamar la atención del Ejecutivo Nacional para que cambie la actitud de beligerancia y confrontación, asumiendo un nuevo rol en la conducción del país, que consulte y coordine con el sector privado, en términos de cooperación y compromiso nacional, las medidas necesarias para que en forma mancomunada, como demanda la sociedad venezolana cansada de enfrentamientos y atropellos, se adelanten las acciones necesarias para garantizar el flujo constante y necesario de divisas y así restablecer el abastecimiento regular alimentario para el 2013, así como el suministro oportuno y a tiempo de las semillas e insumos agrícolas que demandará la próxima cosecha de norte-invierno, con las respectivas decisiones de política de precios, con el objetivo claro de iniciar una nueva etapa de confianza y colaboración estado-sector productivo, que permita rescatar la soberanía alimentaria perdida y así garantizar en forma sustentable la seguridad alimentaria que demanda la población nacional.
Le recordamos al Ejecutivo Nacional, que tal como ha sido señalado por los representantes del sector productor “la verdadera misión Agro Venezuela, es RESCATAR LA PRODUCCION NACIONAL” en forma eficiente y sustentable con el único objetivo de consolidar nuestra SOBERANIA ALIMENTARIA, para beneficio de toda la población nacional