La ausencia de indicadores oficiales de inflación para el mes de noviembre, evidencia la voluntad de manipulación de los datos por parte del Banco Central de Venezuela-BCV, en primera instancia, y del gobierno.
No existe ninguna razón metodológica, ni de “emergencia”, que avale tal retardo.
De la misma manera que se impuso un veto al valor real del dólar no controlado, con una multa de 1.000 unidades tributarias a quien divulgue ese precio, el gobierno ahora oculta las cifras del incremento del costo de la vida. Situación que genera una mayor incertidumbre económica que genera adicionales presiones inflacionarias.
La inflación
Fuentes internas del BCV, que por razones obvias no citamos, han señalado que los cálculos preliminares de los técnicos del ente emisor, habrían determinado que la inflación se encontraría entre 4 y 8%. Además, agregan que el índice de escasez se disparó, acercándose al 30%.
Elías Eljuri, presidente del Instituto Nacional de Estadísticas-INE, aseguró una semana después de la fecha prevista de publicación de las estimaciones, que al día siguiente se informaría la inflación del mes de noviembre en rueda de prensa conjunta BCV-INE.
Sin embargo, a pocos días de finalizar el año, los venezolanos desconocen las estimaciones del costo de la vida en el mes de noviembre. Lo que habría debido de publicarse el pasado 10 de diciembre.
¿Qué significa el retardo?
El retardo evidenciaría una operación de “maquillaje” de las cifras para el cierre del año 2013, tanto para la inflación, como para la escasez.
El gobierno, que mantiene una abierta influencia dentro del BCV, ha declarado una “guerra económica” desde el pasado mes de noviembre. Su objetivo es “abatir” la inflación, bajado los precios de los productos por la vía represiva.
A pesar de todo este despliegue, los precios no han bajado, y la escasez ha aumentado.
En enero, los índices deben volver a subir, en opinión de los economistas. En cuanto a la escasez, los inventarios existentes de una gran variedad de productos para principios de noviembre pasado, han mermado al ser vendidos por debajo del precio comercialmente posible.
La insistencia del gobierno, de regular los márgenes de ganancias del comercio, tomando en cuenta el dólar oficial de 6,30 y no el valor real del mercado cambiario, logrará que los comerciantes no puedan reponer los inventarios tanto en cantidad como en calidad.
Fuente: Redacción