por Luis Bravo Jáuregui
Toca pensar el país, mirarlo desde el presente para vislumbrar un futuro un mejor, para todos. Interpretar lo que está pasando sin evadir la historia que puede verse por el ojo de la cerradura. Esa que trasciende el discurso oficial. La que muestra las entrañas de una hegemonía impactada por un evento inesperado como es la enfermedad de la fuente de todo poder. Al fin y al cabo es en los patios cerrados del oficialismo donde se está decidiendo el presente. Y en ese mundo campea la incertidumbre, el miedo al salto al vacío. Hay que tender puentes de diálogo, de otro modo esto se lo lleva quien lo trajo.
«La historia no es una disciplina de la unanimidad»
El investigador cree que durante los últimos 12 años el país ha vivido un proceso de depredación política, pero confía en que su tradición democrática lo ayudará a reparar esos daños y a reorientar el rumbo de vuelta hacia la consolidación de la civilidad.
Edgardo Mondolfi Gudat. EL NACIONAL – Siete Días
entrevista Domingo 25 de Septiembre de 2011 Siete Días/4
En diciembre de 1998, Gabriel García Márquez, luego de volar desde La Habana a Caracas en compañía de Hugo Chávez, terminó su entrevista confesando que le había «estremecido» la sensación premonitoria de haber estado conversando con dos hombres. «Uno a quien la suerte le ofrecía la oportunidad de salvar a su país. Y, otro, un ilusionista que podría pasar a la historia como un déspota más».
TULIO HERNÁNDEZ Compartir el futuro
EL NACIONAL – Domingo 25 de Septiembre de 2011 Siete Días/7
Un buen pedazo de la enfermedad que sacude los cimientos mismos del sistema de dominación, se debe al temor. Es que el miedo enferma a las individualidades y colectivos que habitan el estatus quo. Aceptar la posibilidad cierta de dejar el poder es una medicina nada fácil de sorber. Y el miedo divide, incordia, destiñe los colores de la secta, más cuando cada uno jala para su lado. ¿Qué será de mí si el gran timonel ciertamente está tan mal como aparenta?, debe ser la pregunta clave para quienes nos gobiernan en los tiempos que vivimos. No hay nada peor que el miedo para el vivir viviendo
En educación básica la nota del tiempo es lo que se ha llamado ideologización, que no es otra cosa que la pretensión vana de hacer de la escuela venezolana un inmenso coro felicitador para los caprichos del poder insaciable. Y en la Universidad arranca el año lectivo con la batalla por un presupuesto decente, que permita salir del marasmo institucional que ahoga el espíritu de la universidad nacional. A la vez que estalla una crisis en la Universidad del Yaracuy (hasta hace poco la tacita de plata de la universidad de Gobierno), que hace pensar que no le va a ser fácil a Miraflores seguir poniendo a dedo autoridades en las instituciones de escasa o nula democratización, como es el caso de la UNEFA, mientras quiere imponer una fórmula de elección hiperdemocrática en las instituciones autónomas… para pescar en río revuelto.
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Colocar Luis Bravo Jauregui o Ramón Uzcátegui Pacheco en el buscador. Hasta la fecha son dos obras publicadas bajo formato e.book: una cronología del siglo XVI al 2010 y los siete tomos de la Crónica Histórica de la Educación en Venezuela.