La tragedia del Transporte Público en Venezuela
Por Ángel Cacique
El transporte público manejado por operadores privados en el país vive un drama perpetuo.
Los cuatro últimos años han sido muy malos para el sector automotriz y el transporte público de pasajeros. Cada vez se producen menos vehículos en Venezuela. Casi todas las ensambladoras, carroceras, los talleres mecánicos, ventas de repuestos y autopartes, el sector comercializador están cerradas y aunque la Empresa Japonesa Toyota anunció el reinicio de sus actividades, por el Covid-19 no ha podido hacerlo.
Diversidad de problemas
Los años 2018-2019 fueron años conflictivos y muy duros para el sector transporte, el estado decidió congelar la tarifa, eliminar el dólar preferencial para el sector transporte y el subsidio estudiantil por las razones siguientes:
1) Los sueldos, salarios y pensiones que devengan los trabajadores venezolanos se ubican entre los más bajos en el mundo.
2) La caída de los precios del barril de petróleo unido a una disminución drástica de capacidad de producción y refinación de la estatal Pdvsa, deja al estado sin importantes ingresos en divisas.
3) Controlar la aguda hiperinflación implica reducir la emisión de dinero inorgánico, disminuir drásticamente los niveles de liquidez (dinero en billetes circulantes) y aumentar el encaje legal.
4) Una persistente recesión y contracción de la economía obliga a ajustes estructurales significativos, No cosméticos.
5) Y en este año 2020 la aparición de la Pandemia generada por el Covid-19 fuerza a restringir drásticamente el contacto social, el tránsito, la movilidad, el transporte de los venezolanos. Al entrar la economía mundial en recesión, se contraen los gastos de inversión y. como consecuencia de los efectos negativos post-pandemia se debilitaron aún más la economía venezolana.
Para el sector del Transporte público y los operadores privados del mismo en Venezuela, la contracción de ingresos ha sido brutal.
Sin programas oficiales inteligentes y consensuados de recuperación y apoyo su crisis se agudiza en relación directamente proporcional a la prolongación de la cuarentena.
Lo cual implica un deterioro mayor de un parque automotor, ya para este momento el más viejo de América Latina y acelera la desaparición progresiva de un creciente número de unidades circulantes.
Reducción de unidades
Estiman que la reducción alcanzó el 80 % de las unidades existentes solo en los últimos 4 años (entre 2016 y 2020).
Esto ha sido compensado absurdamente por la emigración forzada de entre 4 y 5 millones de personas. Habían cada vez menos unidades y la aguda contracción de la capacidad de pago de los usuarios, redujo agudamente la demanda.
Pero al existir cada vez menos unidades, las pocas existentes se saturaba de usuarios, lo cual implicó una sobreexplotación de las unidades y aceleró su deterioro.
Se recibían cada vez menos ingresos por la inflación y la devaluación, experimentándose un crecimiento exponencial del gasto y de los costos operativos de mantenimiento de las unidades.
Importancia económica
El sector automotriz y el transporte público de pasajeros juega un rol importante dentro de la economía de un país.
Su desarrollo genera ingresos fiscales para el estado, los municipios vía aranceles e impuestos, aumenta la demanda de bienes y el consumo, crea fuentes de empleo durante los procesos de producción.
Las actividades del sector automotriz y del transporte están involucradas en el desarrollo de numerosas actividades productivas conexas, y directamente en la: comercialización de vehículos y autopartes, mecánicas y talleres de servicio, pintura, latonería, producción de combustibles y lubricantes y las de servicios financieros y de seguros.
Es imposible imaginar la recuperación progresiva del país, que por varios años más estará ligada a la explotación del petróleo y el uso de la gasolina, sin mejorar sensiblemente el tránsito, la movilidad y el transporte en Venezuela.
El empobrecimiento masivo de densos sectores del país, la dolarización de los costos y servicios vinculados al uso de vehículos, la liberación y sinceración de los precios de lubricantes, aceites y gasolina, implica una disminución importante del uso del auto particular y obligará a mejorar la calidad, frecuencia y desarrollo del transporte público en Venezuela.
El modelo de políticas públicas
Van 22 años de experimento y puesta en marcha de políticas públicas, basadas en un modelo de concentración progresiva de todas las actividades económicas y productivas alrededor del estado y de generar paralelamente un rígido control de la actividad productivas privadas y de mercado.
Ahora corresponde analizar y hacer un balance objetivo de ellas y tomar los correctivos, cambios y mejoras necesarias.
Garantizar la sustentabilidad del servicio, reducir las externalidades y procurar el desarrollo de unos sistemas modernos de transporte público, amable, inteligente y verdes, que reduzcan sensiblemente la emisión de gases invernadero, es el reto del milenio y de la próxima década.
Venezuela tiene 355 Municipios de diferentes tamaños y densidad poblacional. Sí el gobierno asignará entre 10 y 50 unidades a cada municipio -ciertamente una cantidad poco significativa para los municipio medianos o grandes- cubrirían en los municipios pequeños importante necesidades.
Resolver el déficit actual requiere un piso entre 10.000 y 20.000 unidades nuevas y modernas.
El gobierno ofrece que pondrá en funcionamiento este año 2020, 2.000 nuevas unidades y que recuperará otras 1.000 que, si bien son a gasolina o diesel, cubrirán sólo un tercio de las necesidades actuales.
Partiendo de la premisa de una recuperación lenta de la economía del país, las necesidades reales superan las 20.000 unidades, entre transporte urbano, suburbano y extraurbano sí el objetivo es garantizar, como afirman algunos, que el estado asuma el control operativo total del servicio del transporte público.
Todo indica que eso no será posible en el corto y mediano plazo en la actual coyuntura política y económica del estado venezolano.
Alianza pública-privada
Esto obligará a alianzas estratégicas reales y efectivas con los operadores privados del transporte. También a solicitar apoyo internacional de organismos multilaterales que ofrezcan créditos blandos, con bajos intereses y periodos razonables de pago.
Sí los operadores privados no existieran hoy en Venezuela, la tragedia humanitaria sería considerablemente mayor. Esto a pesar de todas las trabas, problemas y limitaciones que presenta el transporte en la actualidad.
La movilidad no sería posible en Venezuela sin la existencia de ellos, a no ser que la cuarentena radical se prolongue indefinidamente y se cierren por largo tiempo la comunicación entre municipios, entre estados, en el país. Entonces, obviamente no se necesitará transporte.
Desde la ONG Transporte Unido Por Venezuela, asociación que agrupa a transportistas de distintas líneas y estados, se han venido elaborando propuestas con la intención de garantizar la sustentabilidad y permanencia de los operadores privados del transporte público en Venezuela.
Los operadores privados, son considerados por los sectores crediticios (Banca, empresas de seguro e inversión) una especie en extinción, por su baja rentabilidad y por no ser incluidos en ningún plan de desarrollo y fortalecimiento por el modelo propuesto por el estado actual.
Al contrario, han aplicado sistemáticas políticas con el deliberado objetivo de debilitarlo y controlarlo.
Por supuesto, en muchos aspectos lo ha logrado. Sólo enfrenta una debilidad. La oferta del estado es ineficiente, a pesar de los ingentes recursos invertidos en ella y contar en el país con una planta china de fabricación (ensamblaje) de autobuses.
Para muestra un botón: la decisión de suspender el servicio del metro Caracas (con graves problemas operativos y de financiamiento) en días anteriores, como consecuencia de la decisión de implementar la cuarentena radical, tuvo que ser revertida rápidamente ante la incapacidad funcional y operativa de las líneas estatales, socialistas y Bolivarianas del sistema de transporte oficial., de cubrir la mínima demanda generada.
Trabajo especial de Ángel Cacique, Coordinador de Información y Relaciones Públicas del Transporte Unido Por Venezuela (TUxVzla) @transporteunid2