El vicepresidente de la República, Elías Jaua, anunció el pasado sábado la aprobación por parte del Presidente de la República, Hugo Chávez, de declarar la adquisición forzosa del inmueble de la fábrica textilera Silka C.A., ubicado en el sector El Rincón, colindante con la urbanización San Camilo, en Los Teques, estado Miranda.
«Estamos haciendo un acto de justicia. El presidente Hugo Chávez nos encomendó una investigación profunda sobre la situación de los trabajadores que tenían 17 años luchando por la reivindicación de sus derechos, y la mejor recomendación era la socialización de esta propiedad, después de que el patrón cerró, se llevó sus máquinas y botó a trabajadores que durante 20 años lo sirvieron», especificó Elías Jaua.
Otro punto destacado por el Vicepresidente de la República es la aprobación de más de 7 millones de bolívares para cancelar la deuda de los trabajadores de Silka.
Recordó Elías Jaua que Silka C.A. «cerró producto de las políticas neoliberales, de la falta de compromiso de muchos empresarios de continuar batallando con sus empresas y sus trabajadores. Este cierre se dio antes de la llegada del Gobierno revolucionario al país».
Enfatizó que el sector textil fue uno de los afectados por las políticas del neoliberalismo. «Se abrieron las compuertas para la importación, para la eliminación de aranceles, y todo lo que fue el sector textil, de cuero y calzado fue arruinado por el capitalismo», insistió.
La historia
Se pudo conocer, en un reportaje de El Periodiquito de Maracay, que 171 ex trabajadores de la textilera serán los beneficiarios de las acciones de expropiación, así como también 521 ex trabajadores de la Alcaldía Guaicaipuro.
Jaua indicó que tras sucesivos remates judiciales, no pudo ser vendido el inmueble propiedad de Silka C.A., y a pesar de que la justicia otorgó la razón a sus trabajadores, estos no han podido cobrar el dinero que le adeudan los dueños de la empresa.
El juez convocó a las partes a conciliación y acordaron realizar una transacción en la cual Silka se comprometía a contratar un agente inmobiliario que vendiera el bien para obtener el dinero y pagar a los trabajadores. Sin embargo, Jaua señaló que hasta la presente fecha no se pudo lograr la satisfacción de la deuda laboral de estos trabajadores.
El tiempo durante el cual estuvo abandonada la fábrica por sus dueños, los trabajadores de Silka mantuvieron una lucha por el rescate de la empresa.
Fuente: VTV, El Periodiquito