¿Por qué Venezuela es tan buen pagador con Wall Street?

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Dow Jones Industrials Average Reaches A Four Year HighTodo empezó hace dos semanas con un artículo del economista venezolano, exministro de Planeación y profesor de Harvard Ricardo Haussman.

En el ensayo argumenta que el gobierno debe dejar de pagar su deuda con tenedores de bonos en Wall Street para poder pagarles a aerolíneas, farmacéuticas e importadores de alimentos, entre otros, y así solucionar algunos de los problemas de escasez que viven los venezolanos.

El ensayo generó todo tipo de reacciones. Por un lado, el presidente, Nicolás Maduro, pidió a la Fiscalía una investigación al profesor Haussman por emprender una «campaña para hacerle daño a la patria».

Entre tanto, la agencia estadounidense Standard & Poor’s bajó la calificación crediticia de Venezuela a CCC+ con el argumento de que «la recesión económica, la elevada inflación y las crecientes presiones de liquidez» perjudicarán la capacidad de pago del gobierno.

Como consecuencia, los bonos venezolanos cayeron: el miércoles, el Global 2027, que marca la deuda soberana, perdió 3,2% y el papel de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) con vencimiento en el año 2022 cayó 2,76%.

Y el jueves mantuvieron esa tendencia negativa.

Así que en Wall Street se oyen comentarios de que Venezuela puede caer en default, algo que, más allá de los argumentos de los economistas, resultaría sorprendente a los mercados que han visto como Caracas siempre honra sus compromisos.

«Improbable»

Sin embargo, una buena cantidad de economistas tanto opositores como oficialistas salieron a argumentar que el default es, en este momento, improbable.

«Venezuela no le ha pagado a los importadores no porque no tenga plata sino porque su economía está llena de distorsiones», le explica a BBC Mundo Alejandro Grisanti, director para América Latina de Barclays Capital, un banco de inversiones.

Una de esas distorsiones, dice el economista venezolano, es el sistema de control cambiario, donde el gobierno vende cada dólar a 6,3 bolívares, una cifra hoy 15 veces más baja que el precio del dólar libre (o negro).

Por eso el economista Francisco Rodríguez escribió en otro famoso artículo en respuesta a Hausmann que «el hecho de que la gente no pueda comprar todos los dólares o todos los productos importados que quiera al precio actual no nos dice nada sobre la cantidad de dólares que el gobierno posee».

«Tan solo nos dice que el gobierno está vendiendo estos dólares a un precio artificialmente bajo».

Y es que además Venezuela, independientemente de sus problemas, se ha caracterizado por pagar sus deudas en Wall Street puntualmente, sobre todo durante el gobierno del fallecido Hugo Chávez.

De ahí que los bonos venezolanos sean de los más recomendados por operadores del mercado a clientes con gusto por el riesgo.

¿Por qué Venezuela ha sido tan buena paga?

Economía rentista

Venezuela está en una condición especial: es uno de los mayores productores de petróleo del mundo y el 95% de sus exportaciones son barriles de crudo.

La economía venezolana depende mucho del precio internacional de petróleo, que es volátil, y por eso está siempre ante la posibilidad de pasar de una bonanza a una situación de vacas flacas. Y viceversa.

«En el momento en que haya un problema, Venezuela puede salir al mercado a buscar créditos», le dice a BBC Mundo el economista Luis Oliveros.

«Pero si declaran default, se cierra el mercado de créditos y aumenta la vulnerabilidad», asegura.

Con el aumento del precio del petróleo en la última década, Venezuela ha reducido la producción y aumentado las importaciones de alimentos, repuestos y medicamentos, entre muchos otros bienes.

«Casi un 75% de lo que consume Venezuela es importado», dice Grisanti. «Y un default tendría un costo muy alto porque te afecta las cartas de créditos y con eso las importaciones».

Activos en el exterior

Al ser un importante exportador de petróleo, Venezuela tiene una presencia importante en los mercados internacionales y posee diferentes bienes fuera de su territorio que le permiten mantener esa presencia.

Uno de esos activos es Citgo, la mayor red de distribución de combustibles en EE.UU. con tres refinerías en ese país (actualmente está en venta, según admitió el gobierno).

También tienen tres refinerías en el Caribe y hay poco menos de 100 tanqueros llevando barriles de petróleo venezolano por el mundo todos los días.

«En un evento de default, todos estos activos están sujetos a ser tomados», dice Grisanti.

Y Oliveros añade: «A EE.UU. exportamos unos 700.000 barriles de petróleo al día, así que en cualquier puerto de ese país te pueden embargar los buques».

Los activos, pues, son susceptibles de ser enajenados por acciones de tribunales impulsadas por acreedores de bonos venezolanos.

Reputación en los mercados

El precio de los bonos y créditos en Wall Street dependen de la confianza que genere el país que los emita.

«Si declaras default, el mercado se va a acordar de ti y va a limitar los préstamos que te dará en el exterior», explica Oliveros.

Y añade que un default perjudicaría el proyecto de explotar las reservas de petróleo venezolano, que son las más grandes del mundo.

«Para eso necesariamente vas a pedir préstamos e inversiones extranjeras».

Problemas internos

Aunque «caer en default» puede sonar desconcertante o irrelevante para muchos venezolanos, muchos analistas coinciden en que las consecuencias perjudican a la sociedad.

«Como el default te limita los préstamos en dólares en el futuro, la gente, que de por sí hoy ya los tiene limitados, tendrá menos acceso a divisas», explica Oliveros.

«Y eso hace que el precio del dólar negro se dispare aún más», añade.

Además, «si acabas de declararte en default, ¿a dónde vas a ir a conseguir los dólares? ¿Al Fondo Monetario Internacional?», se pregunta Oliveros retóricamente sobre una organización que el gobierno socialista venezolano critica a diario.

Y concluye, citando estudios al respecto: «Los default suelen generar caídas en los gobiernos».

Fuente: Daniel Pardo, BBC Mundo, Caracas

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