Informe Voz de América: “Las neveras están de vacaciones” en Venezuela

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No es broma, en Venezuela “las neveras están de vacaciones”, afirman seguidores de la Voz de América en la redes sociales a quienes preguntamos en una encuesta informal ¿Qué hay en tu despensa?

Las respuestas a esta encuesta, no científica nos abrió una puerta a la realidad del venezolano común, donde pocos comen tres comidas al día y muchos solo pueden adquirir harina para hacer «arepas de maíz pilado o arepa pelada», cuyo consumo diario ha sido rechazado por nutricionistas debido a que el proceso de preparación de la harina utiliza cal.

?De las personas que respondieron desde distintos puntos de Venezuela solo en Facebook, un 31% dicen que sus neveras no están cumpliendo la función para la cual fueron diseñadas:

  • Dulce María García León (Trujillo): “En mi nevera solo hay frío porque compro masa de maíz pelao, un poquito de requesón, huevos detallao, aliñitos para rendir el mojo y sumado a eso tengo cáncer”.
  • Yamilé Corona (Valencia, Carabobo): “A mi me dañó la nevera la revolución … con sus apagones, ahora la tengo de adorno”.
  • Mildre Ortega (Zulia): “No tenemos nada en la nevera, solo agua”.
  • Carmen Elena Pérez (Valencia, Carabobo): “Mi nevera es un adorno en mi cocina porque llenarla me cuesta demasiado dinero”.
En Venezuela, las neveras están de vacaciones el venezolano come lo que se consigue en el día nada más mañana veremos que comemos».

Nuevo aumento del salario básico

Buscando combatir el descontento el gobierno del presidente Nicolás Maduro anunció a partir del primero de mayo, un aumento del 60 por ciento al salario básico mensual, un alza del bono de alimentación de 12 a 15 unidades tributarias, y un bono especial “de guerra económica” que agrega 30 por ciento a las pensiones de los jubilados.

El bono de alimentación lo reciben las personas que ganan menos del salario mínimo, como explica Osnofla Oiluj, uno de los participantes en nuestra encuesta. «Yo gano el sueldo mínimo y no gano bono de alimentación. Por ende estoy jodido. Y así como a mí, le pasa a muchos».

El aumento lleva el salario mínimo a 65.021 bolívares (bs), es decir US$ 90 a la tasa oficial, $15 en el mercado negro. Con el nuevo bono de alimentación de 135.000 bolívares (US$188 a la tasa oficial, US $31 en el mercado negro), el llamado “ingreso mínimo integral” asciende ahora a 200.021 bolívares (alrededor de US$278 ).

El aumento en contexto

En la realidad el aumento salarial, que equivale a unos 1.500 bs mensuales, hará poco para aliviar la escasez y los altos precios de los insumos.

Solo una empanada puede costar hasta 2.500bs, como escribió Rsan Leuqim, al presidente Maduro. «Y ahora como llega todo.. ¿Será que cinco salarios alcanza para 30 días?»

Adicionalmente está la preocupación de que el aumento subirá los precios, como expresaron al presidente otros ciudadanos además de Leuquim.

  • Jhonaiker Daniel Rodríguez dijo: «Aumenta el salario y aumenta la comida, Nicolás Maduro. Prácticamente quedamos en los mismo».
  • Nancy Haydee Roa le agradeció por el aumento: «De corazón gracias, pero lo que se necesita es mantener los precios estables».
  • Felisa Padilla vio el aumento con desconfianza: «Ahora, a esperar que se balanceen/aumenten todos los precios … y allí veremos!»
  • Marlene Pérez pidió algo más que aumento salarial: «Presidente ¿de qué vale el aumento si ya aumentaron los precios de todo, usted debería dar la orden de congelar los precios, hasta cuando vamos s soportar tanta especulación».

Escasez

Una de las constantes en las respuestas a nuestra encuesta informal fue el limitado número de productos para el consumidor, la mayoría de los cuales son importados.

Dexcy Ramírez (Barinas) dice enFacebook: «Vamos a una tienda y no hay nada! Si hay, es carísimo. Un kilo de leche vale 20.000 bs. Un Cerelac más de 10.000 bs. Eso lo tengo que comprar cada 15 días para mi niña. Son 60.000 mensuales. El salario es de 42.000”.

Andreina Chauran Pineda señala: «Si se consigue productos importados, cuestan una quincena y hasta más. Un refresco vale tres días de salario, un poquito de legumbre para sopa te vale 1500, un día de salario. Todo vale por encima del [sueldo] diario. Un kilo de carne vale 10.000, que representa el 15 por ciento de la quincena».

En Twitter, Ruperta@vidayarte2012 y Samuel Mora@MoraSamuel también nos hablaron sobre la escasez y los altos precios de la canasta básica.

La dieta diaria ha tenido que cambiar por la necesidad, dice Paula Peña(FB): «Compro granos; es lo que ahora comúnmente comemos porque nos rinde más y es más nutritivo, la carne y el pollo cuando podemos. La mayoría de las veces no nos alcanza para comprar ni las frutas, ni vegetales».

La escasez fuera de Caracas, la capital es aún más insidiosa. La falta de comida y medicinas ha llevado a mucha gente a participar en saqueos y a tratar de huir del país en peligrosas travesías por mar, y a otros a tratar de alimentarse con raíces silvestres como la yuca amarga, que ha causado varios decesos.

Ese fue el caso del joven Kevin Lara Lugo, de Maturín en el oriente de Venezuela, cuya trágica muerte el día que cumplía 16 años fue reseñada por el New York Times.

Los CLAP

En 2016, tras una serie de disturbios y saqueos generados por la escasez de insumos, el gobierno crea los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), para controlar la distribución de productos directamente a las comunidades y para combatir el acaparamiento y el boicot.

Dirigentes del partido oficialista PSUV en comunidades y vecindarios reparten a un costo reducido las bolsas o cajas de CLAP casa por casa a las personas que se han registrado.

Pero el programa ha sido criticado por opositores y seguidores del gobierno por su limitación, inconsistencia y porque favorece a los partidarios del oficialismo.

“Es inaceptable que la poca comida que hay el gobierno la entregue a través de su partido», dijo en su momento el opositor Henrique Caprilesgobernador del Estado Miranda.

Resistiendo con humor

Pero ni los CLAP, ni la escasez, ni las neveras vacías, nada derrumba el espíritu de los venezolanos que en medio de todas las dificultades siempre encuentran como resistir con humor mientras esperan mejores días.

  • Diego Edixon: «LO Q se CONSIGA SE COME, las neveras están como una piscina, agua y luz», dice.
  • Vane Vargas: «Mi nevera está como el polo norte, hielo arriba, agua abajo»

Fuente: VOA

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