37 Crónica de guerra: Los escenarios  

Spread the love

Por Eduardo Martínez

A dónde nos lleva esta crisis y la lucha ciudadana, es la pregunta que se hacen los venezolanos. Nada se soluciona. Los problemas que aquejan al país se hacen cada vez más grandes y peores.

En la medida que la gente toma la calle, y las protestas se generalizan y ya abarcan toda la geografía nacional, el régimen sigue en esa misma medida y escala ignorando esa opinión que a todas luces se percibe mayoritaria.

Quienes escribimos nos debemos a los lectores. Tenemos la responsabilidad de atenderlos y tratar de contestar sus interrogantes. Es lo menos que podemos hacer.

Por ellos voy a tratar de hurgar en el futuro con la herramienta que tienen los planificadores: la construcción de escenarios. Una metodología que utilizan los planificadores de gobiernos, ejércitos y empresas.

En Venezuela las cartas están sobre la mesa. Tenemos en el futuro tres posibilidades, con algunas variantes: 1) el régimen logre resistir y permanecer en el poder; 2) se imponga un gobierno de transición, a través de una salida no ortodoxa; y 3) se impongan la voluntad popular, a través de los medios democráticos estipulados en la Constitución de 1999.

  • El régimen sobrevive. Es un escenario no descartable, pero poco probable a medida que no resuelve los tres grandes problemas que aquejan a los venezolanos: carestía, escasez e inseguridad; y en la medida creciente de protestas civiles.

La represión y el desconocimiento de la Constitución son las únicas herramientas que posee Nicolás Maduro en la mano.

En otro momento tenía dinero, para repartir y doblegar los malestares, pero ya la factura petrolera no da para eso, y el resto de otras fuentes de ingresos quedaron arruinadas.

Otras herramientas, a las que podía recurrir, estaban en el escenario internacional para provocar un “diálogo” con las fuerzas opositoras.

El diálogo quedó fuera de juego, con la burla del año 2016 al revocatorio, y cuando no cumplió con los términos de un acuerdo, que demás le era favorable.

Mientras tantos, los amigos en el escenario internacional son cada vez menos. Hasta gobiernos y líderes que les apoyaban los ha perdido, luego de la violación de los derechos humanos en los últimos tres meses, los juicios militares a civiles y la demencial performance de la anterior canciller, el desconocimiento a la Asamblea Nacional y la Fiscalía.

Tal vez el ejemplo más claro de pérdida de apoyo internacional, sea el acuerdo mayoritario del parlamento ecuatoriano, donde el rechazo al ataque a la Asamblea Nacional contó con el voto favorable de 116 diputados, y solo tres abstenciones sin votos en contra.

  • Gobierno de transición. Esta posibilidad tiene dos vertientes: Capitaneado por militar –activo o retirado-, o dirigido por un civil.

La transición es un mecanismo que permitiría atender de inmediato los tres grandes problemas, y a la vez re institucionalizar dentro de una dinámica constitucional al país.

El llamado a la Consulta Popular se inserta en esta vía de un gobierno de transición. Expertos –no necesariamente ha hablado de ello la oposición- estiman que sería necesarios no menos de dos años, dada la gigantesca tarea de reconstrucción de la civilidad y, sobre todo, garantizar la comida a 30 millones de venezolanos. Lo que no ha atendido el gobierno de Nicolás Maduro.

  • Salida democrática y civil. En este escenario, las formas que establece la Constitución de 1999. Lo que se ha querido hacer desde el 2016 con la convocatorio al Revocatorio presidencial, pero el gobierno, el CNE y el TSJ han evitado a toda costa.

En la medida en que el gobierno reprime las manifestaciones, y viola la Constitución, se hacen remotas las posibilidades de una salida democrática y civil. Lo que potencia por lo tanto una transición por vías no ortodoxas.

Advertencia:

Los escenarios anteriormente descritos, son producto de un ejercicio “teórico” de análisis. No son los únicos, pero parecen los más probables.

En todo caso, no hay que perder de vista que es la voluntad del pueblo quien al final va a solucionar esta grave crisis que Venezuela atraviesa en estos momentos.

Y como decía en una ocasión el Cardenal José Alí Lebrún: Quien no cede por convicción, termina cediendo por obligación.

Julio 14, 2017

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *